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Las comunidades cristianas de Oriente Medio que viven en varios países árabes no son nuevos conversos, ni llegaron a la zona con las cruzadas como piensan algunos o lo insinúan otros. Son los habitantes originarios de estas tierras y pertenecen a los primeros cristianos y a las iglesias madres fundadas por los apóstoles de Cristo en el siglo primero.
Actualmente, en la cuna del Cristianismo, los cristianos han llegado a ser minorías en sus propias tierras por varias razones a lo largo de épocas diferentes, entre ellas cabe mencionar los ataques del Imperio sasánida, las conquistas islámicas, la emigración continua hacia occidente, además del inferior índice de natalidad en comparación con el de sus compatriotas musulmanes.
Los cristianos orientales se pueden repartir en varios grupos diferentes, entre ellos:
- los árabes cristianos: que proceden originalmente de la Península arábiga antes de emigrar e instalarse en los países del creciente fértil como los árabes cristianos de Jordania, Siria e Irak, descendientes de las tribus de los Gasánidas y los Lájmidas.
- los cristianos arabo hablantes de la zona: como los coptos de Egipto y los siriacos que empezaron a utilizar la lengua árabe tras la llegada del Islam.
- los cristianos arabo hablantes de fuera del mundo árabe: que se instalaron en países del mundo árabe en otras épocas, como los armenios que llegaron a la zona huyendo del gran Genocidio para instalarse en varios países de Oriente Medio, principalmente Siria, Líbano, Jordania, Palestina e Irak.
Estos grupos pertenecen a varias iglesias que a lo largo de los años desarrollaron sus ritos, liturgia y propias costumbres cristianas. Todos siguen usando sus lenguas litúrgicas originales, tales como el siriaco, el copto, el armenio y el griego pero las mezclan con el árabe, lengua hablada actualmente por todos como lengua materna.
La situación actual de estos cristianos en tierras del Islam varía según el contexto y el régimen político de cada país. En países como Arabia Saudí está prohibido practicar cualquier otra religión aparte del Islam, los cristianos que viven ahí celebran misa en secreto, arriesgando ser deportados o perseguidos por la policía religiosa; en países como Egipto los cristianos son tratados como ciudadanos de segunda categoría y sufren discriminación y a veces persecución, mientras en países como Jordania, Líbano, Palestina, Siria e Irak (antes de la guerra) los cristianos disfrutan de una participación activa y reconocida por todos en la sociedad donde la ley les garantiza practicar su fe en toda libertad.
Aun que los cristianos en un momento dado tenían una presencia importante tanto en la Península Arábiga como en el Norte de África, hoy día sólo se han quedado en los países del Levante (Siria, Jordania, Líbano, Palestina, Egipto, el Sudán e Irak antes de la guerra).
Es muy difícil tener estadísticas sobre los números actuales de los cristianos en estos países pero las cifras aproximadas pueden ser las siguientes: en Jordania los cristianos forman el 2% de la población, en Irak antes de la guerra el 10%, en Egipto entre 10 y 20%, en Siria antes de la guerra entre el 10 y el 15 %, y en el Líbano el 39%.
Desde la entrada del Islam en estas tierras, los cristianos atravesaron épocas diferentes que no siempre fueron marcados por la persecución, las guerras y los conflictos. También vivieron épocas de convivencia pacífica con los musulmanes, participaron y siguen participando de forma activa en la cultura y el desarrollo de sus sociedades.
La influencia de los cristianos, a través de sus traducciones y sus obras, y sobre todo del pensamiento helenístico ha jugado un papel muy importante en el desarrollo del Islam en sus primeros siglos y los términos teológicos islámicos tenían sus raíces en el Cristianismo y en el Judaísmo.
Durante el siglo XIX los árabes cristianos en la zona de la gran Siria (hoy Siria, el Líbano, Jordania, Israel y Palestina) participaron de modo muy activo al lado de los musulmanes en el renacimiento árabe o Nahdah. Durante la Gran Revolución árabe contra los turcos otomanos, hace justo cien años, los cristianos participaron en promover la identidad árabe nacional, dando importancia a la lengua árabe. Ellos tuvieron una gran labor en la docencia y a través de las escuelas y colegios religiosos cristianos, se ensenaban varios idiomas y ciencias. A la raíz de todo lo anterior nació un movimiento literario y cultural que contaba con la participación de varios autores, poetas, periodistas y escritores cristianos.
Los cristianos del mundo árabe son minorías en cuanto a sus números en Oriente, pero son un componente esencial e original de las tierras árabes. Ellos nunca han sido víctimas sin defensa, desesperados y sin vida, como a veces no lo transmiten los medios de comunicación, todo lo contrario, siempre han encontrado esperanza y alegría dentro del dolor, reconociendo el martirio como parte de su vida cristiana.
La labor de los cristianos árabes está presente en todos los dominios de la vida, ya sea la política, la prensa, la literatura, el arte o la educación. En sus sociedades siempre han sido, y siguen siendo, miembros activos y buenos ciudadanos dando lo que es de Dios a Dios y lo que es del Cesar al Cesar.