El “Reading-Work Piece” de Arthur Koepcke se exponía en el Neues Museum de Nurenberg
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La obra “Reading-Work Piece” de Arthur Koepcke consta de un crucigrama impreso en papel periódico, sólo parcialmente resuelto, junto al que pende un letrero que dice explícitamente “inserte palabras”. La pieza, por una parte, procura crear en el espectador la tensión propia de esas situaciones en las que se invita abiertamente a hacer algo que, se sabe, está prohibido: en este caso, a escribir sobre una obra de arte.
Sin embargo, la proliferación de arte interactivo ha hecho que estas barreras sean cada vez más flexibles pero, también, confusas.
Es el caso de la obra de Koepcke: una visitante del Neues Museum de Nurenberg, donde se encuentra la pieza, siguió las instrucciones incluidas al pie de la letra, y procedió a completar el crucigrama, al menos hasta que el personal de seguridad del museo se dio cuenta de lo que ocurría.
Gerlinde Knopp, de 91 años de edad, quien se encontraba en el museo como participante de un tour para personas de la tercera edad, alegó que sólo estaba “siguiendo instrucciones” y que la gran cantidad de arte interactivo en el museo la confundió, según se lee en declaraciones recogidas por The Telegraph.
Por su parte, Eva Kraus, directora del museo, aseguró que si bien saben que la señora Knopp no tenía intenciones de causar ningún daño a la obra, el museo no tiene otra alternativa sino la de presentar cargos, para evitar sentar un mal precedente.
Pero la obra, que ha sido ya restaurada a su estado original, no está aún libre de polémica: los abogados de Knopp argumentan que la señora tiene derechos de autor sobre la versión alterada de la obra, que ahora ha sido “destruida” por los restauradores, dado que la “contribución” de Knopp no sólo revalorizaba la pieza original, sino que era fiel al espíritu de los artistas de Fluxus.