Una bonita foto con una historia polémica
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Martín Martínez Pascual, fue un religioso -de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos- de 25 años asesinado en Valdealgorfa (Teruel) el 18 de agosto de 1936. Antes de ser ejecutado, le preguntaron si deseaban alguna cosa. Martín respondió: “Yo no quiero sino daros mi bendición para que Dios no os tome en cuenta la locura que vais a cometer”.
Durante casi 30 años, una supuesta fotografía suya ha sido icono de los Mártires de la Persecución Religiosa en España. El gesto que transmite en esa fotografía, su tranquilidad, su franca sonrisa hacía de ella un ejemplo de serenidad ante el martirio.
Martín Martínez existió y su historia está más que demostrada y testificada. No obstante, posiblemente esa no sea su foto. Al contrario, esa fotografía podría ser de un miliciano comunista inglés que luchaba cerca del lugar del martirio.
La fotografía tiene mucha historia. Lo explica el diario español El Confidencial. La imagen está tomada por el fotoperiodista alemán Hans Gutman (rebautizado a sí mismo como Juan Guzmán durante su paso por España). En 1986 la agencia Efe compró su archivo.
Por un error en las etiquetas de los rollos originales, el hombre de esta foto rápidamente fue identificado como Martín Martínez Pascual, párroco fusilado a los 25 años y beatificado como mártir de la guerra civil el 1 de octubre de 1995. Algunos ya dudaron entonces de su datación ya que Martínez Pascual murió en en Valdealgorfa, Teruel, mientras que la foto parecía ser de Siétamo, Huesca.
Según expresa este medio digital español, en un libro ‘Live Souls’, aparecen imágenes nunca antes vistas del voluntario inglés, llamado Alec Wainman. “En una de las fotografías que recoge se ve al mismo barbudo, 36 días después, en el sitio de Huesca con mono de miliciano y cartuchera al cinto, conversando animadamente con sus compañeros que, por el lugar en el que se encuentran, debían ser milicianos del PSUC y de la centuria Thaelmann, compuesta por comunistas alemanes”.
De ser cierto lo que publica El Confidencial podría darse algo paradójico. Durante muchos años se ha rezado a Martínez Pascual mediante esa estampita e icono, y resulta que la imagen no era suya sino de un miliciano comunista. ¿Quita esto algo al testimonio del verdadero mártir? En absoluto. Pero no deja de ser una paradoja que la fotografía de un comunista haya llevado a tantos a preguntarse por ese cielo que parecía estar viendo….