Dos renuncias que ponen en jaque la lucha contra el narcotráfico en las favelas de Brasil
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La noticia generó inquietud en Río de Janeiro y en las zonas vinculadas a las favelas en Brasil. Luego de 10 años de actividad como principal artífice de las políticas de pacificación, el secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, renunció a su cargo.
El detonante fue un tiroteo entre policías y narcotraficantes que se produjo en Copacabana e Ipanema que culminó con la muerte de tres personas, además de varios heridos.
Debido a esto tomó la decisión -y en procura de defender el accionar policial, que finalizó con estas muertes y heridos- ante el enfrentamiento entre facciones de las favelas por el control del tráfico de drogas.
Beltrame fue el mentor de la política de ocupación de las favelas y el impulsor de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) durante el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, encargadas de ocupar estos lugares para bajar los índices de delincuencia.
Este hombre deja su cargo, pero sobre sus espaldas lleva 10 años de éxitos y críticas. Bajo su responsabilidad estuvo la seguridad en eventos multitudinarios y de alcance internacional como los Juegos Olímpicos de Río, el Mundial de Brasil 2014 y la visita del Papa Francisco en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2013.
Pero también muchos cuestionaron su gestión a raíz de denuncias sobre violencia policial en el marco de la ocupación de favelas, entre otras cosas. Sin embargo, según señaló a TV Globo el propio Beltrame, bajo su gestión, con las UPP bajaron los homicidios y se salvaron más de 20.000 vidas.
“La lucha contra el tráfico de drogas es una lucha interminable y es una carrera de relevos. Yo ya hice mi parte”, sostuvo.
Para Beltrame, el objetivo de la pacificación de las favelas proseguía con la instalación de una segunda fase que preveía un mayor número de servicios sociales como guarderías, escuelas y centros de salud.
A las pocas horas de esta renuncia también se conoció el alejamiento por voluntad propia del jefe de Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso, quien aseguró que fue por “falta de recursos” debido a la situación deficitaria que se vive a nivel económico en el estado brasileño.
Según Veloso, esta situación hace difícil el cumplimiento de los objetivos para combatir la delincuencia y el narcotráfico.
El escenario inmediato para esta zona conflictiva en principio no es alentador y los enfrentamientos entre policías y narcotraficantes se pueden agudizar.
Guerra entre bandas y más violencia
Durante los días en que esto acontecía otra noticia llenaba de estupor a varios ciudadanos, esta vez vinculada a las cárceles. Enfrentamientos entre presos en centros de reclusión al norte del país dejaron como saldo la muerte de 33 personas.
La lucha entre bandas rivales fue la causante de esta tragedia y como trasfondo aparece la confrontación entre organizaciones criminales, específicamente el Primer Comando de la Capital (PCC) de San Pablo y el Comando Vermelho, considerada la asociación criminal más violenta de Río de Janeiro.
Y más en el fondo, el narcotráfico, fenómeno que ha penetrado con mayor intensidad la región sudamericana en los últimos años.