¿Has intentado alguna vez conocer el remedio tan poderoso que es el Rosario?El Santo Rosario es un instrumento muy poderoso frente a todos los males, y sobre todo para los males que afectan a la paz en el mundo, a las familias y las enfermedades. El mes de octubre es el mes dedicado al Rosario, y en el que en muchos pueblos se celebran procesiones rezando el rosario, además de los santuarios marianos. En algunos lugares incluso se procesiona al alba, y es el llamado Rosario de la Aurora, costumbre antiquísima.
El Rosario no solo es vivamente aconsejado por todos los papas, sino que lo ha aconsejado la misma Virgen María en diversas apariciones, de modo particular, Lourdes, Fátima y a la argentina Gladys Quiroga de Motta (en 1983), en la ciudad de San Nicolás del Arroyo, al norte de Buenos Aires. Centenares de miles de argentinos veneran la imagen de la Virgen del Rosario en esa ciudad. Lo mismo ocurre en la ciudad de Rosario (Argentina), llamada así por haber pedido sus habitantes que los librara de una peste y del ataque de los indios.
Es una oración actual, muy actual. El papa Francisco, en un tuit del pasado mes de septiembre, dijo: “El Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón”. El papa León XIII escribió 12 encíclicas sobre el Rosario.
San Pío V, antes de librarse la batalla de Lepanto, pidió la intercesión, en Roma y en el mundo, de la Virgen del Rosario para poder frenar el avance de las tropas turcas otomanas hacia la conquista de todo el occidente cristiano europeo. La batalla se libró y ganaron las tropas cristianas en aguas del golfo de Corinto, en Lepanto (Grecia), el 7 de octubre de 1571. La victoria se atribuyó a la intercesión de la Virgen del Rosario y por eso Gregorio III instituyó, en la fecha del 7 de octubre, la festividad de la Virgen del Rosario.
La historia del Santo Rosario se remonta hace 800 años. Lo instituyó Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores, más conocidos como los padres dominicos, cuando el año 1208 pidió con mucha insistencia a la Virgen una solución contra las herejías del momento, especialmente los albigenses que negaban la autoridad del Papa y la maternidad divina de María, entre otras cosas. La Virgen, en una aparición, le enseñó rezar el Rosario.
Los misterios del Rosario son 20 en estos momentos, después de que san Juan Pablo II, devotísimo del Rosario, añadiera los Misterios de la Luz. Son los misterios de Gozo (narran desde la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen y recorren la infancia de Jesús). Los misterios de Dolor (narran la Pasión y muerte de Jesús en la Cruz). Los misterios de Gloria (narran desde la Resurrección y Ascensión de Jesús, la venida del Espíritu Santo y la Asunción de la Virgen y su Coronación en los cielos). Los misterios de la Luz completan el camino de la Redención (contemplan el bautismo de Jesús, las Bodas de Caná (la familia), la Transfiguración y finalmente el gran misterio de la Institución de la Eucaristía).
El Santo Rosario es una oración que tanto la pueden rezar las personas más sencillas como las más cultas, porque en realidad es un repaso de los principales misterios del Evangelio. Tan popular es el Rosario que no hay devocionario, por pequeño que sea (unas hojitas), que no contenga los misterios del Rosario y las Letanías (que son lisonjas o piropos de enamorado a la Madre de Jesús).
¿No has rezado nunca el Rosario? No te preocupes. Coge un devocionario o una persona amiga. Mira el día de la semana y la parte que le corresponde. Empieza con un misterio al día, luego dos, luego tres… hasta cinco, con las Letanías. No solamente muchos santos han recomendado el rezo del Rosario, sino que también dicen que si se reza en familia, la familia permanece unida.
Algunos dicen que es una oración “monótona”, porque siempre dices lo mismo. Pero las personas que están enamoradas, ¿no repiten las mismas expresiones? Por otro lado, no se trata de recitar avemarías, una tras otra, sino que con ellas se contemplen los misterios de la vida de Jesús y de María, cinco misterios cada día.
La mejor ayuda para contemplar los misterios es recordarlos leyendo las escenas en los textos sagrados y meterse en esas escenas. ¿Cómo crees que ocurrió la Anunciación del Arcángel Gabriel a María? Imagínate la escena y contémplala. ¿Y el Nacimiento de Jesús en un pesebre? Lo mismo: revive la escena de Jesús, María y José, con los ángeles y los pastores…
Algunos añaden al Rosario el rezo de la Salve, que encaja en el Año Santo de la Misericordia, porque Nuestra Señora es “Reina y Madre de misericordia” y pedimos que “vuelva a nosotros tus ojos misericordiosos”.
Otra manera de vivir el Santo Rosario, es dedicar cada misterio a encomendar una intención específica, de tipo familiar, personal, apostólica, laboral, o más general, como el sufrimiento de los niños en las guerras o las intenciones del Papa.
Visto así, el Rosario que suele durar cerca de 15 a 20 minutos, se hace corto, porque hay muchos temas que ofrecer, hay mucho que contemplar y hay mucho que profundizar en los misterios de la Redención. Y descubriremos ¡qué poderosa es la oración del Santo Rosario!