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“¡No quiero que esto le pase a otra mujer!”: La violencia obstétrica, muy actual

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Pablo Cesio - publicado el 13/12/16
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Un informe reciente publicado en Chile advierte sobre el maltrato que sufren las embarazadas, un reclamo silencioso que empieza a hacer ruido

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El 9 de enero de 2015, Mariana Álvarez visitó a su ginecólogo debido a su embarazo de 37 semanas. Se trataba de un control de rutina, pero lo que le sucedió aquel día representaría para ella una lección de por vida.

“Él nunca me informó de lo que iba a hacer. Simplemente me pidió que me acostara en la camilla para lo que aparentemente iba a ser un tacto vaginal. Me dijo: ‘esto te va a doler’. Pero el dolor fue terrible. Se lo dije. Me dijo que aguantara mientras seguía rasguñando, raspando con sus dedos. Quise cerrar las piernas, pero no pude”, contó Mariana para un intenso reportaje publicado ese mismo año por la revista chilena Paula.

“Cuando me levanté de la camilla el piso estaba manchado de sangre, me asusté; él tapó inmediatamente con toalla de papel. Con nerviosismo me dijo que era normal que me doliera y sangrara”, agrega.

Pero al día siguiente, un comentario de una desconocida le permitió abrir los ojos y entrar en acción. “Denuncien. Muchas mujeres no saben que en el tacto previo al parto muchas veces les rompen la membrana sin su consentimiento”, expresaba aquella persona.

Mariana rápidamente se puso a investigar sobre el tema, descubrió el término “violencia obstétrica” y llegó a la conclusión de que aquello que le había practicado el ginecólogo (Maniobra de Hamilton) tenía el fin de adelantarle el parto.  A los pocos días le realizaron una cesárea de urgencia y quien la llevó a cabo no era un médico reemplazante.

¿Sabes lo que es la violencia obstétrica?

El maltrato antes, durante y después del embarazo es una realidad con la que muchas mujeres tienen que convivir: intervenciones innecesarias (antes o durante el parto), falta de respeto en la atención del nacimiento,…

El informe anual 2016 del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile incluyó por primera vez la violencia obstétrica dentro de sus capítulos y queda de manifiesto lo duro que es el tema a través de la publicación de algunos testimonios sobre el maltrato que reciben las mujeres en algunos centros de atención médica durante la etapa de parto.

Precisamente, el testimonio de Mariana fue reproducido en este informe, junto otros anónimos.

“A la horita que se te ocurre parir…”; “A ver, a ver [aplaudiendo], qué tanto escándalo aquí”; “¡Abre las piernas! ¡Cómo no vas a saber abrir las piernas!”; “¡Déjate de llorar que pareces cabra chica!”; “No, no te la dejo [a la guagua (beba)], porque la noche no es para hacer apego”; “Me dijeron que tenía pezón plano, que mis pechugas eran malas para dar leche. No sirven”. “[El médico me dijo:] Me tengo que ir, aguántate: y me puso 4 puntos sin anestesia”.

Para hacer frente al maltrato de la mujer en el ámbito de la salud, el informe sugiere al Ministerio de Salud Pública que ponga en marcha procesos de capacitación y fiscalización, que se institucionalicen los casos de denuncia para este tipo de prácticas. Del mismo modo, se piden cambios en el Código Penal para sancionar la violencia obstétrica, indica La Hora de Chile.

“¡No quiero que esto le pase a otra mujer!”, terminó exclamando Mariana, quien se puso en campaña desde aquel momento para que su historia se conociera.

Logró llevar su caso a un juzgado local, que se tornó más grave de los previsto a raíz de que una vez realizado el parto su hija recién nacida tuvo que ser internada en una sala de cuidados intensivos debido a la sospecha de una infección en la sangre cuya causa nadie le pudo explicar.

Con el paso del tiempo más personas comenzaron a sumar sus voces tanto en redes sociales como a través del boca a boca con el fin de concienciar a las mujeres y que de una vez por todas aumenten las denuncias de prácticas, que no queden en el ámbito privado y que aquel reclamo silencioso de las mujeres empiece a hacer cada vez más ruido.

 

 

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