El 6 de diciembre, de acuerdo al calendario gregoriano, se celebra la fiesta de san Nicolás. El calendario juliano, por su parte, le celebra el día 19 del mismo mes.
En ninguna de las celebraciones se incluye escribirle una carta pidiéndole regalos para el día de Navidad, ni se le llama Papá Noel, ni "viejito pascuero". Ni siquiera se le apoda "Santa Claus", como abreviando su nombre latinizado, "Nicolaus".
Y no, no vive (ni vivió) en el Polo Norte. Así, hemos querido compartir cinco cosas que muy probablemente no sabías acerca de san Nicolás.
1. San Nicolás era turco
En efecto, san Nicolás nació en Patara cerca del año 270, en la actual Turquía, en una familia adinerada. Se dice que sus padres eran cristianos fervorosos, que lo educaron en la fe. Al morir, le dejaron una considerable fortuna, que Nicolás inmediatamente puso al servicio de los necesitados.
2. Fue consagrado obispo por casualidad
Cuando sus padres murieron, Nicolás se fue a Myra (de allí que se le llame san Nicolás de Myra, precisamente). El obispo del lugar había muerto recientemente, y varios sacerdotes discutían quién debía ocupar la sede.
Aparentemente, la votación para elegir al sucesor era tan cerrada, que simplemente se decidió nombrar obispo al próximo sacerdote que entrase en el templo. Casualmente, fue Nicolás.
3. Sí puso dinero en calcetines
Se cuenta que, aun siendo joven, mientras vivía en Patara, Nicolás se enteró de que uno de los vecinos de la localidad había caído en desgracia y se había visto obligado a prostituir a sus tres hijas. Según algunas versiones, Nicolás tiró tres zapatos llenos de oro por la ventana del cuarto del padre, para así remediar su situación.
Otras versiones dicen que el santo habría tirado el oro por la chimenea de la casa, que milagrosamente cayó dentro de las medias que las jóvenes habían dejado junto al fuego, secándose.
4. ¿San Nicolás de Myra o San Nicolás de Bari?
De Bari o de Myra, es el mismo san Nicolás. En Oriente se le llama “de Myra” porque esa fue precisamente su diócesis como obispo. En Occidente se le llama “San Nicolás de Bari” porque una vez que los musulmanes conquistaron Anatolia, un grupo de católicos transportó las reliquias del santo, en secreto, hasta Bari, en la costa italiana.
Allí, el culto a san Nicolás se extendió por toda Europa, hasta convertir al santo en patrono de Rusia, de Grecia y de su Turquía natal.
5. Sí, le dio una bofetada a Arrio
San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, convocado en el año 325 por el emperador Constantino. Allí habría de encontrarse no sólo con más de trescientos obispos que habrían llegado a debatir la naturaleza de la Santísima Trinidad sino, además, con Arrio, que aseguraba que la naturaleza del Hijo no era igual a la del Padre.
Arrio defendía su argumento vigorosamente, mientras que los obispos escuchaban. Todos, menos Nicolás, que perdió la paciencia y abofeteó a Arrio en medio del concilio. Por su conducta, Nicolás fue llevado ante Constantino, quien determinó que eran los obispos quienes debían decidir qué castigo se aplicaría a Nicolás.
Así, le quitaron sus vestimentas obispales y le encerraron en la cárcel. Esa misma noche, cuenta la historia, Nicolás tuvo una visión en la que Jesús le entregaba las Escrituras y María le devolvía sus vestimentas. Al día siguiente, cuando el carcelero fue a llevarle la comida, se encontró a Nicolás leyendo las Escrituras, vestido como un obispo.
Al enterarse, Constantino exigió que lo liberaran. Eventualmente, el concilio terminó dándole la razón a Nicolás, decidiendo así la cuestión contra Arrio, y redactando el que hoy conocemos como el Credo Niceno-Constantinopolitano.