El objetivo es enviar un mensaje fuerte a los extremistas que no toleran ninguna otra religión
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En un país como Pakistán, donde la violencia contra los cristianos constituye un grave problema, nunca se había visto algo así: un tren especial recorrerá el país para promover la tolerancia religiosa con motivo de una festividad cristiana, una costumbre reservada generalmente a los musulmanes. Para Navidad, el Gobierno, en efecto, dio luz verde al ministro de Ferrocarril, Khawaja Saad Rafique, y al de Derechos Humanos, Kamran Michael, para poner en marcha la iniciativa, cuyo objetivo es enviar un “mensaje potente” a los extremistas que no “toleran” ninguna otra religión.
Este tren “especial para Navidad” estará compuesto por cinco vagones decorados con mensajes que invitan a la “tolerancia religiosa, a la fraternidad y al amor”, pero, sobre todo, “subrayará la contribución de los cristianos a la vida del país”, precisa la agencia UcaNews, la agencia católica de referencia en Asia. El tren partió el 22 de diciembre de Islamabad y llegó el 24 de diciembre a Lahore tras dos etapas en Peshawar y en Rawalpindi.
Una ocasión única pero aislada…
“Se trata de una ocasión única para promover una campaña de armonía y de paz”, afirma al respecto el secretario de la Comisión para las Comunicaciones Sociales de los Obispos de Pakistán, Qaiser Feroz.
El sacerdote declaró que apreciaba “el aspecto inédito” de esta iniciativa, normalmente reservada a las festividades musulmanas, pero que la apreciaría aún más si “el Gobierno creara otras vías” para transmitir este mensaje de tolerancia, el cual no se ve favorecido por algunas leyes, como las leyes contra la blasfemia.
Estas leyes, por el contrario, se convierten en una “auténtica herramienta de persecución” contra los cristianos, ya que se enfrentan con mucha ligereza a las acusaciones, a menudo “totalmente arbitrarias”.
¿Y Asia Bibi?
Así pues, cabe citar el ejemplo de Asia Bibi, madre cristiana de cinco hijos. Fue condenada a muerte por un simple vaso de agua y aún espera la última sentencia ante el Tribunal Supremo, después de su caso fuera aplazado por enésima vez el pasado mes de octubre, frente a las amenazas de grupos radicales que reclaman su ejecución inmediata.
También este año, Asia Bibi está en prisión por Navidad. No podríamos olvidar su mensaje de Navidad del año pasado, que emocionó al mundo entero a pesar del abominable calvario sufrido desde hace siete años: “La Navidad es la fiesta de la gracia de Dios. Perdono a mis perseguidores, a aquellos que han lanzado falsas acusaciones en mi contra y espero su perdón”.
