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Sírvame un “café sucio”, por favor: estilo de vida ecológico, en una receta

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Maria Paola Daud - publicado el 27/01/17
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Un dulce sencillo y fácil que te sorprenderá

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El otro día salí por un dulce, después de almorzar, a mi cafetería y pastelería favorita. Estaba indecisa en qué pedir ese día, cuando vi que en una mesa servían un postre que parecía delicioso. Entonces le dije a la joven muy simpática que atiende allí… yo también quiero uno de esos, se ve delicioso. Y si, de hecho era delicioso.

Cuando fui a pagar, la joven me preguntó si me había gustado. Le contesté: por supuesto, riquísimo, pero ¿cómo se llama para pedirlo de nuevo? A mi sorpresa me respondió: ¡Eh!, ¡le llamamos café sucio!, y reímos las dos.

Llena de curiosidad, le pregunté la razón de ese nombre. Y dijo que le llaman así, porque es un café al que le ponen un poco de sobras, migajas de galletitas, crema chantilly, almendras picadas, etc.

Excelente, pensé, una buena forma de no derrochar la comida, y todos lo podemos hacer en casa.

Aquí les paso la receta del “café sucio” que me tomé ese día:

Para una taza de té o mug

Café expreso

Una cucharada de helado de tiramisú

Migajas y galletitas rotas

Almendras trituradas

Una cucharadita de Nutella

Crema chantilly o nata montada

Cacao en polvo para decorar

¿Qué les parece? En casa podemos usar la imaginación y usar lo que nos sobra, seguramente saldrán otras delicias y estaríamos muy contentos si nos comparten sus recetas.

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