El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, situado en la bella región francesa de Altos Pirineos, ofrece la gracia de la salud.
La Iglesia católica ha reconocido decenas de milagros de sanación realizados allí por intercesión de la Virgen María y miles de personas afirman haber sido curadas inexplicablemente en ese lugar especial.
Más de 6 millones de personas lo visitan cada año. Muchos se lavan con su agua, signo de purificación; dejan su petición en la cueva de Massabielle donde la Virgen se apareció a la pastorcita Bernadette Soubirous en 1858, y participan en la procesión de las antorchas con su velita, cantando "Ave, ave, ave María".
Paseando por el recinto del santuario, de 52 hectáreas, podrías palpar la fe entre los peregrinos, muchos de ellos enfermos. En la Basílica del Rosario, conocer los misterios de la vida de Jesús a través de unos ricos mosaicos.
Entre los meses de abril y octubre, los miércoles y los domingos a las 9,30 h, puedes celebrar la misa internacional en la basílica subterránea de San Pío X, de 191 metros de larga y 61 metros de amplitud, con capacidad para más de 20.000 personas.
Para una peregrinación más meditativa, puedes rezar el Via Crucis por la montaña siguiendo las figuras de las 15 estaciones con figuras en hierro colado muy cerca del santuario, o recogerte en oración en la Capilla de la adoración que hay frente a la Gruta de las apariciones, al otro lado del río.
Y no te pierdas la noche y la procesión de las antorchas (Galería)