La Sagrada Familia de Barcelona ¿Es un centro turístico o religioso?La Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, obra del genial arquitecto Antoni Gaudí, es el monumento más visitado de España. Las visitas se están incrementando sobre todo a raíz de la consagración de la Basílica por el papa Benedicto XVI, en 2010.
En el año 2016 los visitantes de la Sagrada Familia fueron 4,5 millones, con un incremento del 7 por ciento, según ha informado la Fundación de las Obras de la Basílica. Los visitantes acuden en un 67 por ciento con la familia. De estos visitantes un 11 por ciento fueron visitas pastorales, benéficas, escolares y de personas sin trabajo. Destaca la juventud de los visitantes, pues casi la mitad (un 44 por ciento) tienen entre 16 y 34 años.
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La Sagrada Familia es un templo expiatorio, es decir que de modo permanente está el Santísimo Sacramento expuesto en la capilla correspondiente. Sin embargo, no se celebran apenas misas en la basílica lo que ha sido motivo de polémica. Los responsables prefieren que la Basílica se abra al culto plenamente una vez terminadas las obras, o sea hacia el año 2028.
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, dijo que la Basílica de la Sagrada Familia “no puede ser un parque temático”. El arzobispo, que lleva un año en esta sede diocesana, quiere que el templo tenga mucha actividad pastoral. Este año 2017 solo habrá la fiesta de San José y el Domingo de Ramos (9 de abril). También se celebran las ordenaciones sacerdotales de la diócesis. La parroquia es la cripta junto a la Sagrada Familia, pero sin formar parte del conjunto arquitectónico.
Al respecto, el presidente delegado de la Fundación, Esteve Camps, manifestó hace unos días por televisión que él controla las entradas de los visitantes a la capilla del Santísimo, y estos van a rezar, dijo. Llevamos cifras mensuales y diarias y “hoy cada día” hay unas 1.600 o 1.700 fieles que van a rezar ante el Santísimo ¿Qué templo hay en España que tenga tantas visitas al Santísimo?, preguntó Esteve Camps.
Durante el año 2017 se construirán otras cuatro torres dedicadas a los evangelistas –que medirán 135 metros cada una– y la Torre de María, que será un poco más alta. El año 2018 empezará la construcción de la Torre de Jesús, la más alta, que tendrá 172 metros, dos menos que la montaña de Montjuic que se encuentra junto al mar. Gaudí dijo que “la obra del hombre no puede superar la obra de Dios”, señalando que la montaña es obra de Dios y las torres son obra de los hombres. Gaudí también quiso que la basílica fuera construida con la sola aportación de donaciones privadas y sin ninguna subvención pública, tardara lo que tardara. Las entradas que se pagan ahora son donaciones para las obras de la Sagrada Familia.
La Sagrada Familia ha sido cuestionada por el Ayuntamiento de Barcelona, que quiere saber si se pagan todos los impuestos municipales, y si tiene los permisos de obras para las nuevas construcciones.
Camps manifestó: “Estamos muy tranquilos porque estamos cumpliendo la ley, tanto en los permisos de obras, como en los impuestos municipales o los del Estado”. Y añadió: si hay alguna diferencia de criterio se arregla hablando, y nosotros estamos por cumplir la ley.
Antoni Gaudí, como cuenta Josep Maria Tarragona, su biógrafo más autorizado, era consciente que la construcción de la Sagrada Familia acarrearía muchos problemas y muchos años, al tratarse de un culto debido a Jesús, María y José, y con ellos a la historia de la Redención. Gaudí era un hombre profundamente religioso y no se escondía los problemas, los afrontaba con valentía. Además, cuenta Josep Maria Tarragona, en Gaudí cada pieza tiene un sentido, nada responde al azar. Todo está pensado minuciosamente. Era un genio.
Las obras de la construcción del templo acabarán el año 2026, completadas las torres y la parte el Portal de la Gloria, que será muy espectacular, lleno de luz y color, como quiso Gaudí. Un total de 800 personas trabajan para la Basílica, ya sea en la obra o en los servicios, con un presupuesto de 40 millones de euros para el 2017. Duplicando el presupuesto de 2015 por el mayor número de donativos y entradas.
A lo largo de estos casi 140 años de construcción de la Basílica los detractores de la misma son muchos, especialmente artistas y arquitectos de la zona, pero también políticos y munícipes, poco satisfechos de que la mejor y más visitada obra arquitectónica moderna de la ciudad fuera precisamente un templo católico.