Un petrolero argentino realiza una importante labor humanitaria en Guinea BissauAlejandro Robles es de Neuquén, al sur de Argentina. Durante muchos años trabajó en una petrolera, pero desde 2008 cambia su vida por seguir un sueño junto a su esposa Paola y ayudar a la gente de Guinea Bissau a mejorar su calidad de vida creando pozos de agua.
En su primer viaje a África, Alejandro pudo notar con tristeza que la realidad iba más allá de lo que un documental muestra a través de la televisión: imágenes de niños desnutridos con el vientre hinchado que caminan hasta 10 kilómetros al día y, con sus débiles cuerpitos, cargan de 20 a 25 litros de agua que transportan encima de sus cabezas. Una realidad que roba a estos niños horas de juegos, de escuela y ni siquiera descansan cuando están enfermos.
Alejandro sentía que “debía” hacer algo por ellos, pero también pensaba en su familia, en su casa, en sus bienes, en su trabajo muy bien remunerado por la petrolera. Así que al principio decidió usar sus días de vacaciones para viajar y trabajar en Guinea Bissau a través de Agua x Vida, la ONG fundada por él en Argentina, cuya finalidad es reunir recursos para socorrer, en un principio, a Guinea Bissau y desafiar a personas o entidades que sienten el deseo de colaborar en acciones humanitarias.
Estos viajes prosiguieron hasta el 2014 y siempre logró involucrar a otros para que lo acompañaran y ayudaran de algún modo a suplir las necesidades de esta población.
Llega el 2015 y junto a toda su familia deciden instalarse en Guinea Bissau para dedicarse por completo a la gente coordinando los esfuerzos y creando allí la fundación Agua Fonte da Vida para que sirviera de receptora y gestora de la ayuda que llegara de Agua x Vida o de otras entidades asociadas.
A ellos se han sumado a la tarea 17 voluntarios que hicieron su aporte en medicina, enfermería, educación, esparcimiento, trabajo con niños, electricidad, electrónica, agricultura, aprovechamiento de recursos naturales, concientización sobre higiene y cuidado del medio ambiente. Además recibieron donaciones de abundante material, especialmente medicamentos, útiles escolares, elementos de higiene y herramientas.
Junto a la experiencia en la perforación de pozos petroleros, Alejandro ha recibido capacitación específica en los Estados Unidos en la construcción de pozos en forma manual. Esta construcción, tanto de los pozos como del sistema de bombeo, tiene la particularidad de ser de un bajísimo costo y esto da la posibilidad que cada aldea tenga al menos un pozo de agua.
La extraordinaria labor de Alejandro y Paola crece día a día, con servicio, compromiso y solidaridad (puedes ver sus frutos en Base Esperanza). Por ello, su ciudad natal, Neuquén, nombró a Alejandro Vecino Destacado de la Ciudad.