Entrevista a Luis Enrique Ascoy, cantautor católico
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¿Cómo y cuándo descubre su vocación como cantautor católico?
Bueno yo desde los catorce años toco en la Santa Misa y ya tocaba en un coro parroquial. Desde ahí se inicia mi servicio como músico. Pero a los dieciocho años comienzo a componer canciones y cantarlas yo mismo. A raíz de una experiencia muy linda sucedida en una chocolatada para niños, una actividad que se hacía y se hace hasta ahora en diciembre en un cerro que se llama Santa Rosa. Fuimos con mi grupo juvenil en diciembre del año 1983. Hicimos la chocolatada. Juntamos a varios niños allí. Canté mis primeras dos canciones y otros covers. Y luego en una oración al final de esa jornada, el Señor habló a mi corazón por primera vez algo. No vi una aparición, ni siquiera escuché una voz. Sentí una voz en mi corazón que me decía “Ven, sígueme”. Simplemente eso: “ven, sígueme”. Yo tenía dieciocho años estaba en la universidad. (Al principio) lo atribuí al cansancio, a mi imaginación pero era Dios hablándome. Con el tiempo descubrí que el Señor de esa (misma) manera con esas palabras literales llamó a sus discípulos y eso me emocionó mucho. Y bueno, hasta el día de hoy esta vocación -efectivamente es una vocación la de ser músico católico- sigue ocupando mi vida de manera total.
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¿En todos los años de su trayectoria, cuál ha sido la experiencia que más le ha marcado y por qué?
Hay muchas experiencias hermosas en estos años de trayectoria. Pero yo estoy convencido que lo más hermoso que me puede haber sucedido es lo que estoy viviendo ahora: cantar con mis hijos. Normalmente en el mundo secular uno comienza formando un grupo y luego se hace solista. Bueno, a mí el Señor me ha hecho totalmente al revés. Me llamó como solista hace muchos años. Y durante muchos años he estado ahí cantando solo, grabando. Pero ahora yo me veo más bien en este instante como parte de un grupo. Ya no soy solo (yo), aunque a veces inevitablemente tengo que viajar sólo y cantar sólo. Pero ahora mi tecladista es Luis Enrique Ascoy Jr., mi hijo. Mi corista oficial es (mi hija) María Belén. Es más, el próximo disco que vamos a sacar lo vamos a grabar entre los tres porque hacemos combinaciones de voces. Me siento parte de un grupo. No sé si vamos a ponerle nombre a ese grupo (risas) o vamos a seguir trabajando con mi nombre solo pero ya no soy solista. Y no hay nada más hermoso que esto. Compartir no solamente con mis hijos sino también con mi esposa que no canta, pero está bajo del escenario organizando todo, coordinando todo y es un ministerio familiar. Y esto, creo que es la experiencia más hermosa que estoy viviendo en todos mis años de trayectoria.
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¿En su trayectoria cuál es el principal mensaje que usted da al público y a la gente que le sigue como artista católico?
El principal mensaje que quiero darle al público es el Evangelio de Jesús. Ese amor de Dios. Quiero que la gente viva mis conciertos, recitales, mis charlas, inclusive como una experiencia verdaderamente de Dios; (quiero) que salgan reconfortados, que la gente salga con más fe, aclarando (sus) dudas, que la gente salga con consuelo y fortaleza; que reciban de mis canciones y de mi testimonio una sensación de alegría, de bondad y buena onda. Y que esta plataforma sirva para que Dios haga lo que Él quiera: de la manera que Él quiera; que se manifieste con su poder, sanación, liberación.
La verdad (es que) lo que Dios hace en cada concierto, recital, charla es un verdadero misterio. Él nos sorprende. Ahora que tenemos las redes sociales podemos enterarnos un poquito por el feedback de lo que nos escribe la gente, las cosas que (Él) hace. Y ahí tú te das cuenta que no eres tú: imposible. Tampoco es la música. La música no puede sanar un corazón, reconciliar un matrimonio. Sanar físicamente a alguien eso es imposible que lo haga ni la música ni el músico. Eso lo hace solamente Dios.
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¿Qué le inspiró a componer la canción “Vida” y de qué se trata esta canción?
“Vida” es mi canción más emblemática. La compuse el año 1986. Era una canción (con la) que yo quería iniciar mis conciertos. Una canción que le explique, que le cuente a la gente lo que Dios hizo en mi vida. Es una canción testimonial. Pero con el tiempo, en lugar de comenzar los conciertos, ahora termino mis conciertos o recitales con esta canción porque es un tema que a la gente le ha tocado mucho el corazón. Curiosamente, si te das cuenta no es una canción festiva. Es una canción doliente, inclusive hasta con bronca. O sea es una persona que quiere entregarse a Dios por completo y que no puede porque la sociedad de consumo ocupa la mayor parte de su tiempo con obligaciones, con estudio, con trabajo… Y entonces aunque sea los fines de semana (dice) se va a visitar la libertad. Quizás eso ha hecho que la canción le toque el corazón a mucha gente, porque mucha gente vive esa experiencia: un divorcio de su vida de fe con su vida cotidiana, su vida laboral, su vida estudiantil… E integrar ambas vidas y que se conviertan en una sola vida de permanente evangelización (ese) es el reto y el desafío que tenemos todos. Me parece que eso ha hecho que la canción sea tan importante para tanta gente.
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¿Dónde se encuentra y que planes y proyectos tiene en el futuro?
En este momento me encuentro en Chicago, EE.UU. visitando comunidades. Luego regreso a Lima y el proyecto más inmediato que tengo es la grabación junto a mis hijos de un disco de familia precisamente. No tengo el título pero ya tengo todas las canciones. Es el tema (principal) en este momento. Y entonces, precisamente porque estoy con mis hijos haciendo un programa de televisión que se llama: “Te lo digo cantando” allá en Perú, creo que es pertinente, es el momento de juntar todas las canciones sueltas que tengo de familia y adicionar otras canciones nuevas para sacar una producción que sea específicamente de familia. A lo largo del año, el compromiso es presentar en todo el país y fuera del país este disco. Y ya tenemos agendadas varias presentaciones en el Perú y fuera del país en Colombia, Guatemala, Honduras, y El Salvador. Eso es lo que tenemos de inmediato.
Por Fabián Aguirre Nava
Para oír la entrevista,
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