Un escalofrío. Esto es lo que sintieron los atónitos curiosos que en 1603 se encontraron ante esta obra maestra de Caravaggio.
Considerado como el primer director de cine de la historia, siglos antes de que las cámaras de cinematográficas se inventaran, el italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) concentra los focos de la luz en el costado de Jesús, traspasado por la lanza en la Cruz y ahora resucitado.
Lo reconoce el mismo Evangelio (San Juan 20,19-31). El dedo del apóstol Tomás que penetra en la llaga de Cristo se convirtió en el testimonio más fehaciente de la resurrección del Señor.
En esta galería fotográfica te presentamos los detalles de "La incredulidad de santo Tomás". Y podrás admirar la espectacular interpretación artística que Caravaggio hace de la Resurrección.
Estas imágenes tuvieron una influencia decisiva en la historia de la pintura. De hecho, muy pronto se extendieron por Europa copias del original, que hoy se encuentra en el Palacio de Sanssouci, en Potsdam (Alemania).