Hay una diferencia fundamental entre este sentimiento natural y la verdadera depresión clínica
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
¿Te sientes triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado? La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos, por causas internas o externas: una decepción amorosa, una enfermedad, la muerte de un ser querido, el estrés laboral…
Pero hay una diferencia fundamental entre este sentimiento natural y la verdadera depresión clínica: Normalmente, un individuo sano logra sobreponerse a este estado de ánimo. Una persona con depresión simplemente no puede superarlo, y este estado sigue agravándose conforme pasa el tiempo, afectando a su vida diaria, a su salud física y mental.
Los síntomas de depresión abarcan muchos aspectos: Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces. Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño. Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso. Cansancio y falta de energía. Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa. Dificultad para concentrarse. Movimientos lentos o rápidos. Inactividad y retraimiento de las actividades usuales. Sentimientos de desesperanza y abandono. Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio. Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.
La ciencia médica la aborda como una enfermedad, clasificándola en tres tipos: la severa que impide llevar la vida habitual; la distimia, menos grave; y el trastorno bipolar que se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo. La depresión se da en la mujer con una frecuencia casi el doble que en el varón, debido a factores hormonales.
¿Qué factores influyen en la depresión y quiénes tienen más riesgo de padecerla?
La depresión no es una enfermedad “de ricos”, sino que afecta por igual a todas las razas y clases sociales, pues está relacionada con factores a veces genéticos, a veces debidos a la ingesta de sustancias o a otras razones de tipo psicológico (traumas no resueltos, etc).
Según los especialistas de Mental Health America, los factores que suelen influir son:
- Sexo, las mujeres sufren dos veces más de depresión que los hombres. Aunque las razones no son claras, existen diferencias genéticas y hormonales que pueden contribuir a la depresión.
- Antecedentes familiares, cuando algún miembro de su familia padece de depresión severa, hay el doble de posibilidades para adquirirla. Aunque puede ocurrir en personas que no tienen parientes con depresión.
- Uso de ciertas medicinas, algunos medicamentos con o sin receta médica pueden causar depresión clínica.
- Cambios o dificultades en la vida, tales como divorcio, jubilación, la muerte de un ser querido, pérdida del trabajo, cambio de país y estilo de vida, crecientes presiones en el trabajo o incremento en la pobreza.
- Sentimientos de pérdida de control sobre nuestras vidas. Aquellas personas a menudo sienten que perdieron el control y pasan mucho tiempo lamentándose por ello, tienen mayor probabilidad de desarrollar una depresión mayor.
- Presencia de otras enfermedades tales como Alzheimer, cáncer, diabetes, afecciones al corazón, desórdenes hormonales, mal de Parkinson o trombosis. Así como también otros trastornos mentales como la ansiedad y trastornos de la alimentación.
- Abuso del alcohol o drogas, cuando se tiene problemas de consumo de alcohol y otras drogas se tiene mayor probabilidad de desarrollar una depresión mayor.
Cuándo contactar a un profesional médico o psicólogo
¿Cómo saber cuando hay verdadera depresión? La pista la da el tiempo: un estado de ánimo triste o deprimido en una persona sana se supera en unas semanas como mucho; cuando hay una depresión, el estado de ánimo se prolonga durante meses o incluso años.
La razón es que en una persona con verdadera depresión, se producen una serie de cambios bioquímicos en el cerebro que alteran su patrón psicológico, y por ello no puede salir de este estado sin ayuda médica y psicoterapia.
En algunos casos más graves, por ejemplo cuando hay intento de suicidio, hay que actuar de inmediato. También cuando se observan circunstancias anómalas, como por ejemplo: Escuchar voces que no existen, llorar con frecuencia sin una causa, no lograr trabajar o gestionar serenamente la vida familiar durante periodos que superan varias semanas. Se recomienda también pedir ayuda cuando el consumo del alcohol está fuera de control, y se consume para evadirse de la realidad.
Para una correcta información sobre la depresión, aconsejamos esta guía médica
Artículo realizado en colaboración con Javier Fiz Pérez, Psicologo y Psicoterapeuta, Profesor de Psicología en la Universidad Europea de Roma, delegado para el Desarrollo Cientifico Internacional y responsable del Área de Desarrollo Científico del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP).