Adivina quién viene esta noche: Jordan Peele debuta como director con este filme de terror que reflexiona sobre la discriminación racial en USA
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Para la generación de cineastas que revolucionó el terror en la década de los 70, uno de los temas estrellas fue el choque entre los estadounidenses modernos, urbanitas y progresistas, y la América profunda, conservadora y tradicionalista. De ahí surgieron obras tan idiosincrásicas como La matanza de Texas, Las colinas tienen ojos o incluso La violencia del sexo: largometrajes rugosos, feístas e incómodos, además de feroces en su visión de ese enfrentamiento moral y cultural.
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Un acercamiento al género al que Jordan Peele, en su debut tras las cámaras, Déjame salir, le da la vuelta con mucha inteligencia, confrontando a esos Estados Unidos supuestamente abiertos, liberales –como se ironiza a lo largo del filme, los votantes de Barack Obama–, con la (aparente) normalización de la diversidad étnica dentro de su realidad más próxima.
Es decir, que, desde el punto de vista de un afroamericano, saca a relucir toda la hipocresía y, sobre todo, el doble rasero que sigue desprendiendo la población WASP cuando debe convivir –y aceptar a– los negros.
No es casual que Peele haya escogido como protagonista a un actor, el británico Daniel Kaluuya, de piel notablemente oscura. Ha querido huir de los prototipos de negro integrado a lo Sidney Poitier o Denzel Washington para construir a un héroe mucho más vulnerable frente a la discriminación racial, mucho más consciente de su (incómoda) posición social.
De ahí que sea casi imprescindible ver Déjame salir en versión original, precisamente para poder captar las sutilezas lingüisticas y los pequeños gestos de complicidad raciales con los que Chris (Kaluuya) conecta tanto con su amigo Rod (Lil Rel Howery) como, en general, con los que cree de los suyos, cuando se siente fuera de lugar durante su visita a la familia de su novia Rose (Allison Williams)…
Una incomodidad que, resulta inevitable, también tiene cierto componente socioeconómico: no es baladí que vivan en una mansión sureña que oculta, en sus entrañas, unas instalaciones de aspecto envejecido, tradicionalista.
No hay que olvidar, de hecho, que esa carga de profundidad contra el racismo inherente a la sociedad estadounidense se sostiene sobre la estructura de película de terror –con detalles de ciencia-ficción– que Peele le ha dado a Déjame salir, y que se toma su tiempo para desarrollar.
Partiendo de unas primeras secuencias en las que plantea la (supuesta) normalidad de la situación de partida, así como la cotidianidad de Chris y Rose, el director va dinamitando todo ello con pequeños detalles de incomodidad y de “malrrollismo” -siendo el primero ese ciervo que se les cruza en plena carretera, y al que dejan moribundo– que llegan a su punto máximo en la reunión de los amigos de Dean (Bradley Whitford) y Missy (Catherine Keener), de tono profundamente polanskiano.
Lo que no significa que, sobre todo a través del personaje de Howery, no se permita darle a la trama pequeños respiros humorísticos que realzan los momentos más graves… Algo inevitable, teniendo en cuenta que Peele viene precisamente del mundo de la comedia.
Ficha Técnica
Título original: Get Out
Año: 2017
País: Estados Unidos
Género: Terror
Director y guionista: Jordan Peele
Reparto: Daniel Kaluuya, Allison Williams, Bradley Whitford, Catherine Keener, Caleb Landry Jones, Lil Real Howery