Se está construyendo en Sandino (Cuba)
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Cuba ha pasado por un invierno de 60 años en la construcción de templos católicos. Hoy, gracias a la colaboración de 95,000 dólares de los fieles de la parroquia de San Lorenzo en Tampa (Florida) ese largo período llega a su fin.
En la ciudad de Sandino, cabecera municipal del mismo nombre en la Provincia de Pinar del Río –región eminentemente tabacalera, pesquera y cultivadora de cítricos—está construyéndose el primer templo católico en seis décadas de prohibición por parte del régimen de Fidel Castro y de Raúl, su hermano.
El padre Ramón Hernández, quien ha dirigido el proyecto, dijo al Tampa Bay Times que el templo estará dedicado a la Divina Misericordia y se espera que los trabajos de construcción del mismo concluyan este verano. “Estamos muy contentos”, dijo el padre Hernández, “esperamos con interés la misa inaugural”.
Para este sacerdote de 72 años de edad, “Cuba está cambiando”. Él mismo, durante muchos años, tuvo que oficiar misas en casas particulares hasta que abandonó la isla caribeña en 1980. Como tantos otros, recaló en Florida, por lo que la relación con la Iglesia católica de ese Estado de la Unión Americana es estrecha.
Libertad pero restringida
En Cuba, los cambios religiosos se han dado de manera muy lenta. Y mucho han influido las visitas papales de san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Apenas en 1998, previo a la visita de san Juan Pablo II, la Navidad volvió a ser instituida y reconocida como día feriado.
No obstante haber sido durante mucho tiempo un Estado oficialmente ateo (ha cambiado a ser un Estado laico), según un informe de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de 2017, entre 60 y 70 por ciento de los cubanos son católicos.
La práctica religiosa aún se realiza en medio de continuas restricciones. Por ejemplo, el gobierno debe aprobar cualquier procesión o acontecimiento celebrado fuera de los edificios religiosos. Además, “los líderes religiosos que hablan en contra del gobierno son hostigados y temporalmente detenidos”, dice el informe.
Las otras dos nuevas iglesias católicas que están en construcción en Cuba, una en La Habana y otra en Santiago, son ambas financiados por parroquias fuera de la isla, dijo el padre Hernández a Tampa Bay Times. “La puerta está abierta, espero que vengan más”.