Fruto del ingenio y las manos del arquitecto Alejandro Santana
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A los pies de la cordillera de los Andes y desde el centro de la montaña, donde raíces mapuches se entrelazan con una ya rica historia cristiana, se asoma desde hace algunas semanas una inmensa y conmovedora imagen de Cristo. Se trata de Cristo Luz, punto más saliente del Parque Vía Christi, en Junín de los Andes, Neuquén, Argentina.
La imagen de Cristo, realizada con vidrio y hierro, tiene 36 metros de longitud, 30 de ancho (con los brazos extendidos) y 7 de alto. ¿Cómo se explican estas proporciones? Es que la imagen de Cristo se encuentra acostada en la pendiente de la montaña, como saliendo desde el centro del cerro. Busca expresar que Jesús traspasa la Tierra y está presente en toda la creación.
Para ascender hasta los pies de la imagen, se debe recorrer un sendero de más de 500 metros en zigzag, a 134 metros de la base del cerro.
La obra, al igual que las otras 23 estaciones del Vía Christi, son fruto del ingenio y las manos del arquitecto Alejandro Santana. Comenzó a realizarse en 2000, aunque la obra culmine recién fue terminada con el Cristo Luz, en esta suerte de figura en vitraux lo que permite que si bien el Cristo se luzca de día, de noche conmueva especialmente, emanando una vibrante azul desde cada pequeño vidrio que forma parte de la figura de Cristo.
Fue necesario el apoyo de sucesivos funcionarios públicos para que se concrete la obra, de donantes privados, pero en sus agradecimientos el artista tuvo muy presente a Laura Vicuña, beata chileno-argentina que habitó en Junín y cuyas reliquias se conservan en el santuario local de Nuestra Señora de las Nieves y Beata Laura Vicuña. De hecho la bendición del Cristo Luz a manos del Obispo local monseñor Virginio Bressanelli estuvo precedida por una peregrinación desde el santuario.
El parque Vía Christi, culminado por esta obra, recorre la vida de Cristo, desde el momento de la Encarnación, hasta sus milagros ya resucitado. En cada una de las estaciones se entremezclan figuras y pasajes del Evangelio, con referencias a la cultura local mapuche y a personalidades de la historia contemporánea. Se emplaza en el Cerro de la Cruz, a dos kilómetros del centro de la ciudad.