Una experiencia personal podría marcar su inquietud por ayudar en la lucha contra el cáncer
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Amancio Ortega, poseedor de una de las grandes fortunas del mundo según la revista FORBES decidió hacer una donación muy especial en la semana en la que cumplía 81 años. Fue en Marzo de este año. En ese momento decidió que la fundación que él mismo había creado donara 320 millones de euros a los hospitales públicos españoles.
La intención del propietario de la mayor empresa textil del mundo (Inditex) era ayudar para que los hospitales públicos pudieran renovar los equipos de diagnóstico y tratamiento radioterápico del cáncer. Se trataba de la mayor donación privada que se había hecho en toda la historia y para que esta donación tuviera lugar debía ponerse de acuerdo con las distintas Comunidades Autónomoas para formalizar la donación y realizar la adquisición de los equipos.
Para sorpresa de muchos, diferentes Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública han mostrado su rechazo a esta donación. Muestran que no es necesario “recurrir, aceptar, ni agradecer la generosidad, altruismo o caridad de ninguna persona o entidad”.
Colectivos politizados en favor de la Sanidad Pública hablan de que “siendo el mayor accionista de una de las mayores empresas y fortunas personales del Estado, tendría que demostrar no su filantropía sino su obligación de contribuir al erario público de forma proporcional a sus beneficios y en la misma proporción que el resto de los contribuyentes” o muestran que no quieren la “penetración de la ideología neoliberal en la utilización de la tecnología médica”.
¿Qué se esconde realmente trás de esta donación?
Según mostró la periodista Covadonga O’Shea en su libro Así es Amancio Ortega la donación del empresario gallego tiene una explicación personal y también religiosa. O`Shea muestra una conversación que tuvo con el fundador de Inditex tras realizar el Camino de Santiago. Seis semanas al año dedica a este cometido y tiene una buena razón.
“Hace unos años, por ejemplo, me operé de algo serio en Estados Unidos. Tuve miedo. En esos momentos de angustia le prometí a mi Amigo que, si salía bien la operación, haría el Camino desde Roncesvalles a Santiago. Me cuesta trabajo pedirle cosas a Dios. […] En cierta ocasión, cuando la compañía estaba en una situación complicada, en una etapa difícil, le pedí a Dios que esperara para llevarme. […] Sí, hace años le pedí a Dios que me diera un poco más de tiempo, porque la empresa lo necesitaba. […] Lo que espero ahora es salud y luz para que me ayude a hacer las cosas bien hasta el final”.
Según parece, él no suele hablar de su salud ni sus cosas personales, esta operación fue por un pequeño tumor. Tras la operación no hizo falta aplicar quimioterapia y quedó totalmente recuperado.
Esta experiencia con el cáncer y el agradecimiento a Dios por darle “un poco más de tiempo” se encuentran tras esta multimillonaria donación. Lástima que algunos sólo piensen en cuestiones ideológicas y no puedan mirar más allá de sus posicionamientos políticos.