En una pareja, las disputas varían en frecuencia y en intensidad. Para evitar males mayores, conviene ponerles fin antes de que sea demasiado tarde. Pero, ¿cómo detener una disputa con pocas palabras? Descubre 6 frases restablecer la paz con tu amada pareja.
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Cuando una pareja discute, cada uno percibe las palabras de forma distinta. En general, el contenido del desacuerdo es irrelevante. Sea cual sea el tema, lo que realmente importa es la manera en que abordamos la disputa. Formular una frase para destacar las ganas de poner fin a la discusión es una buena alternativa para renovar el diálogo.
El desacuerdo es útil para la pareja, las disputas no tanto. Hay que saber leer entre líneas y escuchar al otro. Terminar una intervención con una pregunta excluye a menudo los reproches y abre una nueva línea que concierne más al proceso que al contenido del conflicto. Descubre 6 frases básicas para detener las discusiones, propuestas por Karine Danan, psicoterapeuta y autora de S’aimer sans se disputer, le secret des couples heureux [Amarse sin discutir: el secreto de las parejas felices; editorial Eyrolles].
“Lamento haberme irritado”
Reconocer nuestra actitud desmesurada, el no haber sabido escuchar, haber herido al otro… es una buena manera de iniciar la retoma de contacto.
“Estamos discutiendo y no conversando. ¿Paramos o seguimos?”
Llevados por las emociones acaloradas de una discusión, dejamos de escuchar al otro. Hay que plantear una pregunta para interpelar al cónyuge y permitirle reflexionar. Así, la pareja se preguntará: ¿de verdad es esto lo que quiero?
“¡Me parece que se va a quemar lo que está en el horno!”
Desviar la atención permite recuperar la capacidad de escuchar. Se trata de evocar cualquier cosa práctica o banal. Como un niño que quiere un capricho, mencionar cualquier cosa que no tenga nada que ver con el asunto es una forma de zanjar un diálogo que no parezca tener buen fin.
“¡Pausa!” o “¡Tiempo muerto!”
En un momento de calma, la pareja elige una palabra que, dicha durante una discusión, expresa que uno u otro quieren tomarse una pausa de la disputa. Cuando se va demasiado lejos, es un poco como un reflejo de la infancia: uno u otro puede decir la palabra clave para poner fin o pausa, no al juego (como cuando niños), sino a la discusión.
“Veo que ahora solo te estoy recriminando cosas. ¿Paramos o seguimos?”
En una discusión, para aliviar las tensiones es mejor cambiar de sujeto y hablar de “yo” en vez de “tú” y salir de los reproches inútiles. Terminar la frase con una pregunta funciona bien, así se favorece la pausa, el diálogo y la reflexión.
“Me duele mucho lo que me dices. ¿Paramos o seguimos?”
Según la capacidad que esté teniendo el otro para escuchar con atención, a veces es preferible hacer una pregunta para interpelarle y recuperar su atención. Decir en voz alta que nos sentimos dolidos cuando se dicen palabras hirientes o la discusión ha ido demasiado lejos permite restablecer la empatía.
Para saber más sobre Karine Danan: www.karinedanan.fr