Virgen de Itati y Caacupé, una fiesta que diluyen las fronteras entre la Argentina y Paraguay
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La cúpula de su santuario asoma entre los árboles, muy por encima de las casitas del pueblo. Es la referencia para quienes guiados por su corazón llegan a lomo de caballo, pie, bicicleta, coche o bote. En su fiesta se diluyen las fronteras entre la Argentina y Paraguay. Es la reina del Paraná, la reina del Amor, la patrona de Corrientes y la dueña del corazón de miles de argentinos y paraguayos, Nuestra Señora de Itatí.
El fin de semana culminó una semana de Fiesta en Itatí, Corrientes, comprendida entre la Fiesta de Nuestra Señora de Itatí y el aniversario de su coronación pontificia. Como todos los años, tuvo lugar la procesión náutica, que supone el encuentro entre la advocación de Itatí y Nuestra Señora de Caacupé, que cruza en lancha desde Paraguay, al otro lado del río, después de que la advocación correntina salga a su encuentro en las aguas del Paraná. Ambas imágenes tradicionalmente andan en procesión por las cubiertas calles del pueblo argentino en uno de los momentos anuales más intensos y emocionantes de la espiritualidad mariana por estas tierras.
Tanta era la multitud, más de 200 mil personas según todas las estimaciones, que se desmoronó un piso sobre a costanera debido al peso de las personas. Dos personas resultaron con fracturas.
Según la policía local, solo 60 mil personas arribaron al pequeño Itatí desde San Luis del Palmar andando a caballo o a bicicleta. Sólo desde allí y con esos medios, los peregrinos superan diez veces la población local del pueblo, estimada en poco más de 6 mil personas.
Durante sus mensajes del día el Arzobispo de Corrientes monseñor Andrés Stanovnik tuvo presente el difícil momento que atraviesa el pueblo, noticia nacional durante el año por los funcionarios municipales denunciados por narcotráfico. “También hoy nos acechan ‘hordas salvajes’, que piratean por el río y se mueven libremente por nuestras calles, sembrando destrucción y muerte. Algunas son más visibles que otras; las hay disfrazadas y seductoras; asestan dardos mortíferos en los más vulnerables, como son los niños y los jóvenes, ofreciéndoles una salida fácil y placentera, pero tan efímera como devastadora”, advirtió, ante la presencia del gobernador de Corrientes, los candidatos a sucederlo, y varias autoridades más.
El origen de Nuestra Señora de Itatí
El principal impulsor de esta advocación fue el misionero jesuita español Luis de Bolaños, fundador del “Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí” a principios del siglo XVII. La imagen de timbó y nogal fue tallada por los aborígenes de las tribus guaraníes de los itatines.
Numerosos prodigios han ocurrido desde entonces en torno a ella, y su popularidad creció rápidamente en la zona. El 16 de julio de 1900 la imagen recibió la coronación pontificia. Su santuario, a 70 km de la ciudad de Corrientes, y con capacidad para albergar a 9 mil fieles en su interior, recibe anualmente a más de dos millones de peregrinos.