El “Festival de la Luz” y su efecto sobre espacios religiosos del Centro Histórico
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Si por estos días tienes la posibilidad de visitar Quito, la capital de Ecuador, tienes a tu alcance la gran oportunidad de experimentar un verdadero espectáculo visual.
Se trata de una nueva edición del “Festival de la Luz”, cuyo epicentro es el Centro Histórico de la ciudad ecuatoriana y que está en marcha desde el pasado 9 de agosto extendiéndose hasta este el día 13.
Este año hay nuevos puntos que hacen parte de este festival, entre los que se destaca la Basílica de Quito, que acoge una obra denominada “Basicolor” del artista francés Patrice Warrener en una de las alas de la iglesia.
Se trata de “una iluminación policroma de alta calidad, con un objetivo contemplativo”, expresa la Municipalidad de Quito. Lo que se busca es “brindar al público otra manera de admirar un edificio, que es ya en principio muy lindo, gracias a la luz y al color, de revalorizar la arquitectura de la Basílica de manera espectacular y para todos, hacia el sueño y lo espiritual”, prosigue.
Para tal ejecución se usan “técnicas fotográficas de alta definición, la colorización infográfíca, artística, y proyección ‘xenon’ de alta potencia”.
La otra de las exposiciones artísticas que se presenta también en la Basílica de Quito es la denominada “Altar de Luz”, en este caso a cargo de la artista ecuatoriana Isabel Pérez, cuyo objetivo es “resaltar la importancia que se le dio a la flora y fauna del Ecuador cuando se construyó la Basílica Nacional de Quito”, prosigue la Municipalidad de Quito.
“Basándome en la existencia de estos elementos naturales dentro de este espacio religioso, quise explorar las relaciones entre naturaleza y espiritualidad, algo que me remite a mi propia búsqueda espiritual y por supuesto me lleva a recordar la mística y sabiduría ancestral de nuestros antepasados, en donde la naturaleza era considerada sagrada”, expresa Pérez, indica el portal de la municipalidad.
Pero también habrá otros espacios religiosos presentados para la ocasión, como ser la propia Catedral de Quito donde se mostrará la obra lumínica denominada “Un universo poético” del artista Daniel Knipper. Representa un momento único donde este espacio se “cubre de luz y sombra”.
“Deja entrever sus piedras, su fuerza arquitectural, las fantasías adheridas a su estructura. Ella, que cada noche se vestía de blanco, lleva esta noche ropa colorida de formas que sorprenden y abren la mirada. Por sus paredes pasan las sombras luminosas de los transeúntes, dibujando sus marcas solares en la oscuridad. Las sombras, las formas, los colores la mueven en un baile solemne y majestuoso. Acompaña al transeúnte y lo invita a detenerse un momento en su atrio o atrás, en el bosque de árboles de la plaza”, expresa la Municipalidad de Quito a la hora de explicar el alcance de esta obra.
Así pues, la tecnología a través de efectos visuales, diversas técnicas fotográficas, mapping, además de otros aspectos lumínicos y sensoriales se ponen al servicio de aquellos amantes del arte, la historia y el deleite visual.
Para esta ocasión se dispuso que el Centro Histórico sea peatonal, de alguna manera para posibilitar una mejor disponibilidad para que los visitantes puedan llevarse la mejor impresión de una ciudad reluciente durante estos días.