Una nueva iniciativa fantástica para alejar los “smartphones” de los niños hasta ser más mayores
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Cuando mi hijo empezó la educación secundaria este año, lo primero que nos dijo el director a todos los padres reunidos con cierto nerviosismo fue: “Por favor, no den a sus hijos un smartphone todavía, se lo suplico”. Algunos padres negaban con la cabeza de forma desafiante, puesto que ya habían invertido en el último modelo de iPhone, mientras que otros padres sentían una oleada de alivio, yo entre estos últimos, y no solo por los gastos que implica, sino porque sabemos bien lo perjudiciales que pueden ser los móviles para los adultos ¡y mucho más para los niños!
Si el director hubiera sabido del compromiso de “Esperar hasta el octavo curso” (Wait Until 8th) que una organización estadounidense ha propuesto hace poco, quizás habría animado a los padres a unirse a la iniciativa. [En general, en Estados Unidos el octavo curso se corresponde a un nivel de educación secundaria en el que los jóvenes tienen entre 13 y 14 años; N. del T.].
El compromiso, sencillo pero efectivo, puede hacerse on line y anima a los padres a comprometerse unidos a no dar un smartphone a su hijo hasta tener 13 años mínimo.
Lo sé. 13 años. ¿De verdad se puede esperar tanto? ¿Es posible resistir las interminables súplicas de los hijos hasta que lleguen a esos años de adolescencia ─que no son menos temibles, por cierto─?
Según explica Brooke Shannon, una portavoz de la iniciativa Wait Until 8th, el compromiso surge efecto “siempre que al menos otras diez familias del mismo curso o escuela de tu hijo se comprometan también”. La idea es que el poder de los padres crece con el número. Cuantos más padres se unan al desafío, más probable es que funcione. Así, los padres tendrán más argumentos frente a la queja de “pero si soy el único en la clase sin un smartphone…”, ya que sabrán que al menos otros nueve madres y padres están perseverando también.
Y quizás te preguntes que por qué los 13 años. Bueno, desde Wait Until 8th tenían que poner el límite en alguna parte y, apoyándose en opiniones de expertos, consideraron que era una edad razonable, con el objetivo de evitar que los smartphones entren en la escuela primaria y gran parte de la secundaria.
Si has dado a tu hijo o hija un smartphone antes de esos 13 años y lamentas la decisión, la organización alienta a los padres a que conversen con sus hijos, les expliquen el compromiso y, si es necesario, cambien el smartphone por un móvil básico. Los padres, inevitablemente, tendrán dificultades con el cambio, pero recordad la importancia de apoyaros en la comunidad, ¡a los niños les encanta formar parte de algo!
El compromiso está resultando ser todo un éxito. Shannon afirma que hay “más de 1.300 familias de 42 Estados en EE.UU. y más de 400 escuelas han firmado el compromiso solo en los primeros meses”. Los profesores sin duda coinciden con un partidario de Wait Until 8th, también profesor, que afirma: “¡Las escuelas necesitan Wait Until 8th! Los smartphones son una distracción enorme en la clase y no hay cabida para los móviles en la escuela. Quitemos los móviles de las manos de los niños y redirijamos sus mentes hacia el aprendizaje”.
Con la llegada del arranque del nuevo año escolar, por favor, animaos a compartir esta iniciativa con otros padres y profesores y apuntaos al compromiso de esperar hasta los 13, por el mejor interés de padres e hijos.