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Sucedió el 22 de agosto del año 1968. Miles de colombianos se agolparon en el aeropuerto El Dorado, lugar en el que aterrizó cerca de las 10 de la mañana para besar por primera vez suelo colombiano y latinoamericano.
Sin dudas representó un día de júbilo para los colombianos, quienes fueron protagonistas de una visita histórica durante tres días y que los llevó a preparar sus corazones durante mucho tiempo para tal acontecimiento.
Es que Giovanni Battista Montini Alghisi, Pablo VI, llegaba a América Latina con los aires del Concilio Vaticano II (1962-1965). El principal motivo de su visita tenía que ver la clausura del XXXIX Congreso Eucarístico Internacional que se desarrollaba en esta ciudad colombiana; además de la inauguración de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, CELAM, que se realizó en Medellín entre agosto y septiembre de ese año.
Durante su estancia en Colombia Pablo VI tuvo un sinfín de actividades. Desde encuentros con el presidente colombiano de aquel momento, Carlos Lleras Restrepo, y otras autoridades políticas y religiosas; hasta la participación en celebraciones multitudinarias (ordenación de sacerdotes y casamiento de parejas). También se reunió con campesinos y visitó enfermos, entre otras cosas.
"¡No te decimos adiós, Colombia, porque te llevamos más que nunca en el corazón!". Fueron sus últimas palabras antes de subirse al avión, recuerdan diversas reseñas.
Tuvieron que pasar poco menos de 20 años para que América del Sur recibiera una nueva visita papal, esta vez bajo el pontificado de Juan Pablo II.
Casi 50 años después el papa Francisco se convertiría en el tercero en visitar Colombia y el cuarto en llegar a América. Sucedió entre el 6 y 11 de septiembre de 2018. Mientras tanto aún permanece vivo en el recuerdo de muchos aquel momento emblemático para la historia del país; el día en que Pablo VI abrió el camino de los viajes apostólicos de los papas a América Latina. No en vano también era conocido como el "Papa peregrino".