Respetar el medio ambiente y limitar los residuos al mismo tiempo que ahorras es posible, si fabricas tu propio compost. Ya sea en una casa o un apartamento, existen diferentes métodos de compostaje 100% naturales…
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El compostaje es un proceso de transformación de desechos en un producto comparable al mantillo, es decir, un compost fertilizante. Aquí tienes algunos consejos y métodos para compostar en un apartamento (con o sin lombrices) o en un jardín (en montón, en silo o en superficie).
¿Qué desechos sirven para hacer compost?
Un compost debe estar constituido por biodesechos, como por ejemplo las pieles de frutas y verduras. Las pieles de naranjas y limones requieren más tiempo para descomponerse, por lo que hay que trocearlas en pedazos pequeños. El papel permite volverlo menos húmedo, siempre que no tenga tinta. Por otro lado, unos puñados de ortigas permiten enriquecer el compost. Cuidado con las cáscaras de ajo, de cebolla y de chalote, porque su olor es muy fuerte.
“Yo he decidido utilizar solamente cáscaras de verduras y frutas y, sobre todo, nada de restos de carnes o de espinas de pescado, ni siquiera pastas ni té, que producen humedad. En cambio, se puede usar poso de café o cáscaras de huevo para crear una buena descomposición”, aconseja Arianne Leblanc, coordinadora de Laboratoires d’Aubervilliers, donde regularmente se organizan talleres de compostaje colectivo. “Hay que ser paciente, son necesarios unos ocho meses para que los primeros desechos estén descompuestos por completo”.
Lento de obtener, el compost está listo cuando huele como el mantillo del sotobosque. Hay que removerlo todos los meses para oxigenarlo bien. Sin que quede completamente mojado, debe permanecer húmedo y quizás haga falta regarlo. Después del riego podemos recolectar el “té de compost” en un platillo, ya que es muy beneficioso y sirve de abono para las plantas una vez se ha diluido en agua.
Compostar en el jardín
Como un abono que compres como suplemento para tus plantas, el compost nutre la tierra. Existen tres métodos diferentes para compostar en un jardín: en montón, para las grandes superficies; en silo, para los espacios reducidos; y en superficie, para preparar una parcela entre dos cultivos sucesivos.
Para una gran masa de residuos, el compostaje en montón es la solución apropiada. Basta con hacer un montículo en un rincón del jardín bastante sombreado y removerlo todos los meses. El compostaje de superficie imita el proceso natural de los bosques y los desechos que caen al suelo. Consiste simplemente en esparcir la materia orgánica en la misma tierra, quitando primero las malas hierbas. Lo mejor es acumular materia orgánica triturada o residuos cortados; luego las lombrices harán su trabajo.
El método en silo permite ganar espacio. Es más estético y además permite acelerar el proceso. Hay que llenar el silo de desechos verdes en una cubeta de plástico o de madera. Deposita el silo en un entorno más o menos sombreado, ya que si recibe demasiado sol, el compost se descompondrá muy rápido, aunque si está demasiado húmedo corre el riesgo de pudrirse. Por último, cuando tu compost esté listo, no olvides la fase del tamizado, porque siempre quedan algunos fragmentos no descompuestos que pueden recuperarse.
El lombricompostaje en el apartamento
Podemos escoger elaborar el compost a partir de desechos no animales, contando con la ayuda de lombrices de tierra para remover el compost y acelerar la descomposición. Elige un contenedor pequeño para poder colocarlo en la cocina o en el balcón. Las lombrices pueden vivir y desarrollarse en la tierra, pero cuidado con la temperatura: ni demasiado alta ni demasiado baja, para que no mueran las lombrices. La exposición del compostador debe ser preferentemente hacia el norte, si está en una terraza.
Entre las lombrices de tierra, la campeona del lombricompostaje se llama Eisenia Andrei. Puede encontrarse en tiendas de pesca por unos pocos euros. Su peculiaridad: se reproduce con mucha rapidez. Cuida de abrir agujeros en los lados del compostador para dejar pasar el aire, pero no agujeros demasiado grandes, no sea que se escapen las lombrices. Si encuentras gusanos en tu compost o pequeños hongos, es normal. La ventaja de este método es que no hay necesidad de voltear la tierra regularmente, ¡porque ya se encargan de eso las lombrices!
Es posible fabricar tu propio compostador con una maceta de plástico, por ejemplo, abriendo agujeros en las paredes. Hay que colocar un plato debajo para recuperar el jugo del compost y también algún otro para la parte de arriba que sirva de tapa para que las lombrices permanezcan a oscuras.