Congelar los alimentos puede ser una muy buena forma de comer más sano y ahorrar tiempo y dinero.
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El tipo de preparaciones de la cocina contemporánea y los distintos tipos de dietas nos hacen pensar que todos los alimentos congelados son pocos saludables o que la congelación no es buena para tener un menú variado.
Sucede todo lo contrario, puede ser de gran ayuda, ya que en los tiempos que corren cada vez tenemos menos tiempo libre, por lo que hacemos las compras semanales y no diarias, pasamos menos tiempo en la cocina y utilizamos muchas veces alimentos semipreparados o listos para consumir. Por lo tanto, congelar nuestros alimentos puede ser una herramienta sumamente útil y también saludable.
Con el congelador doméstico podemos prolongar la vida útil de un producto, así como también organizar la comida familiar semanal y hacer un uso responsable de los alimentos, por ejemplo, si quedó un poco de comida en la cacerola puede usarse para otro día.
Las carnes y los pescados son alimentos de uso común en la cocina, pero debemos conocer primero cómo congelarlos de la manera correcta, para que no pierdan sus nutrientes y sabores propios.
Carnes
Ya sea carne roja, cerdo, pollo, ternera o cualquier otro tipo de carne, lo primero que se debe hacer es filetear las piezas por separado, ya que si son piezas muy grandes demoran más en congelarse, y además es una manera de ir sacando y descongelando solamente las piezas que se van a utilizar. Luego hay que limpiarlas sacándole toda la grasa excedente y huesos que no se vayan aprovechar.
Consejo: Para descongelar lo ideal es poner la carne en un bol dentro del refrigerador e ir sacándole el jugo -si es carne cruda-. Si se requiere su consumo de inmediato, se lo puede descongelar en el microondas.
En caso de carnes curadas, o de aquellas en las que se emplea el método de curación por medio del agregado de grandes cantidades de sal, lo mejor es no congelarlas. Se debe tener un cuidado especial porque la sal en el alimento acelera el proceso en el que las grasas de la carne se vuelven rancias y hace perder las cualidades organolépticas del alimento.
Generalmente se utilizan carnes de mayor contenido graso para que quede más tierna y a su vez absorba menos sal, algunos ejemplos son el jamón, lomo ibérico, panceta, tocino y bacón.
Por esta razón, lo mejor es no congelarlas o en el caso de hacerlo, que no sea por mucho tiempo.
Consejo: Tanto la carne de ternera como la de cordero se conservan bien en el congelador por un año y la de carne de cerdo, unos seis meses.
Pescados
El pescado al igual que las otras carnes debe limpiarse primero, sacándoles las escamas y las tripas para congelarse.
Luego cortarlos en filetes y guardarlos por separado, e ir sacando a medida que se necesita. Cuando el pescado se lo quiere congelar entero también hay que limpiarlo bien antes de hacerlo.
Para los que ya están cocidos se debe saber que algunas de sus cualidades al descongelarlo se van a perder, pero para que afecte lo menos posible su textura y demás propiedades recuerda seguir los pasos anteriores.
Consejo: Ten presente que puedes conservar el pescado en el congelador doméstico entre tres y seis meses.
Ahora ya conoces una manera saludable y que además te permitirá ahorrar tiempo y dinero por medio del congelado de carnes y pescados. De la misma manera también puedes realizar distintas preparaciones para la semana como pueden ser guisos, estofados, lasañas o canelones para luego congelarlos y así poder disfrutarlos con tu familia en cualquier momento.
