Mantener a nuestro cerebro sano es sumamente importante para que pueda desarrollar sus funciones correctamente. Entre las actividades que más se destaca están, entre otras, la digestión, respiración y los latidos del corazón. Para ello requiere continuamente de oxígeno y energía, que deben ser obtenidos a través del aporte de distintos nutrientes, especialmente de una buena dosis de proteínas, glucosa y también de grasas.
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Nuestros hábitos alimentarios pueden actuar tanto como amigos o enemigos del cerebro. Por ejemplo, los excesos de grasas pueden provocar un deterioro cerebral por los valores alterados de colesterol o hipertensión. El abuso de bebidas alcohólicas produce una gran pérdida de neuronas y las dietas insuficientes favorecen el envejecimiento prematuro del cerebro. Es por eso que si mantenemos una alimentación saludable y buenas costumbres a lo largo de los años es probable lograr alcanzar una adecuada salud mental.
Hay algunos alimentos que deberían formar parte de la alimentación diaria de las familias para contribuir con el desarrollo del cerebro y ayudar prevenir la presencia de patologías degenerativas como la demencia, el Alzheimer, mal de Parkinson o esclerosis múltiple.
Pescados como el salmón, atún, trucha y sardinas, porque son alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 o sea de ácidos esenciales que el organismo no puede sintetizar a partir de otras sustancias y deben ser obtenidos a través de la comida. Actúan ayudando a mejorar el aprendizaje y la memoria, así como también a paliar enfermedades como la demencia, los desórdenes del estado de ánimo y la esquizofrenia.
Vegetales verdes, como las espinacas, brócoli, acelgas y también el col de Bruselas, su alto contenido en hierro y vitamina K favoreciendo la expresión verbal y retención de información en adultos mayores.
Frutos rojos, tanto los arándanos como las moras, fresas y frambuesas presentan antioxidantes que ofrecen beneficios al cerebro, protegiendo contra los radicales libres. A su vez ayudan a aumentar la atención y fijar la memoria.
Manzanas, naranjas, uvas, té verde, bayas y frutas rojas y chocolate amargo, son alimentos ricos en flavonoides, son pigmentos naturales con propiedad antioxidante que libera y limpia la oxidación que produce normalmente el cerebro.
Frutos secos, como las nueces y las almendras, ambos son una excelente fuente de vitamina E, ácidos grasos omega 3 y magnesio que permiten mantener por más tiempo el nivel de concentración. Además contienen también proteínas que estimulan a ciertas neuronas para mantenernos más despiertos y atentos.
Consejos nutricionales:
- Comidas variadas, equilibradas y completas en ciertos nutrientes como omega 3, hierro, yodo, vitamina B12 que interactúan positivamente en el desarrollo cognitivo.
- Aporte de glucosa al cerebro a través de hidratos de carbono de absorción lenta como las legumbres, cereales y tubérculos.
- El consumo de proteínas principalmente ricas en triptófano (aminoácido que permite la fabricación de una sustancia llamada serotonina – que se encarga del estado anímico, sueño y sensaciones de saciedad-) es imprescindible para trasmitir los impulsos nerviosos y estar conectados con el exterior.
- Grasas saludables, ricas en ácidos grasos omega 3 porque son importantes para la formación y crecimiento del cerebro,.
- Además de la alimentación es recomendable realizar actividad física regular y también ejercicios mentales.
Alimentación saludable, actividad física, ejercicio mental y un sueño reparador forma parte de la combinación perfecta para obtener una buena salud mental
