Dios siempre tiene la respuesta en su Palabra… y estás dispuesto a escucharLa Biblia es la Palabra de Dios viva. Si la abriéramos más y menos las redes sociales. O bueno, si por lo menos la leyéramos a la par y permitiéramos a la Palabra de Dios morar en nuestros corazones, hacerse vida en nosotros.
Dios nos ha hablado perpetuamente, de miles de maneras. Siempre está listo para darnos respuestas a nuestras nobles inquietudes. Somos nosotros quienes, o no le hemos querido oír o no sabemos escucharle. Ya no le rogamos, no le suplicamos de una manera humilde. Hoy en día no le pedimos, le demandamos. Ya no oramos pidiéndole que se haga su voluntad, sino que le exigimos que se haga la nuestra. Ahora si como reza el dicho: “Los patos tirándoles a las escopetas”.
Dios nos habla siempre, pero el primer paso para escucharle es la humildad, sabernos necesitados de Él, de su amor, de su Palabra. Es verdad, a veces estamos tan aturdidos con tantas cosas que taremos cargado que nos resulta difícil escucharle, entenderle. Vamos a la Biblia, invocamos al Espíritu Santo pidiendo que nos hable, que nos dé caminos o soluciones y resulta que nos quedamos con cara de “what?”
Si de momento no entendemos lo que Dios nos está diciendo, no quiere decir que algo esté mal. Si estamos leyendo ese versículo que ahora no nos hace sentido, eventualmente lo tendrá. Esa es una de las maravillas de la Palabra de Dios, que tiene poder y nunca regresa vacía.
Pensando en ese tipo de situaciones es que comparto esta pequeña lista. Obviamente, problemas y soluciones son muchas más, pero esta puede ser un buen comienzo -y les reto a que la hagan más amplia-. Es importante que vayamos haciendo nuestra la palabra de Dios y con esto me refiero a que la hagamos vida en nuestras vidas.
Recordemos que cuando Jesús estuvo en el desierto no se dice que haya llevado nada con Él, se retiró solo. Luego, lo tentó el enemigo y Jesús -para combatirlo- sacaba palabras de la Escritura. Es decir, combatió al enemigo con la Palabra de Dios.
“Yo soy”: falsos profetas – Lucas 21, 5-19
Amar a los enemigos – Mateo 5, 43-48
Amor del esposo por la esposa – Efesios 5, 25
Ansiedad por el mañana – Mateo 6, 24-34
Apuros económicos – Isaías 55
Cansancio y fatiga – Mateo 11, 28-30
Certeza en Dios -Salmo 145, 8-9
Cómo es el Reino de Dios – Mateo 13, 44-46
Cómo será el fin del mundo – Mateo 13, 44-52
Confianza en Dios ante el abandono de todos – Salmo 31
Confianza eterna en Dios – Salmo 146
Confianza Plena en Dios – 1 Pedro 5, 7
Confiar en Dios ante los sufrimientos – Salmo 39
Conveniencia de Dios en el matrimonio – Eclesiastés 4,12
Conveniencia de la humildad – Mateo 11, 25-27
Conversión del esposo por medio de la esposa – 1 Pedro 3, 1-6
Creer en Cristo – 2 Corintios 5, 15-18
Cuando se sale de viaje – Salmo 121
Cuántas veces he de perdonar – Mateo 18, 21-35
Cuidado con la mujer ajena – Proverbios 5, 1-23
Cuidado del débito conyugal – 1 Corintios 7, 1-6
Deseo de Dios – Salmo 42
Dignidad del lecho conyugal – Hebreos 13, 4
Dignidad y cuidado del cuerpo – 1 Corintios 6, 12-14
Dios refugio seguro – Salmo 27
Dios siempre da oportunidades – Juan 4, 5-42
Discernir la voluntad de Dios – Romanos 12
Echar Fuera el Temor – 1 Juan 4, 18
Esperanza en la vida eterna – Lucas 7: 11-17
Fidelidad a la voluntad divina – Sabiduría 1, 1-5
Fuera de lugar – Romanos 8:31-39
Fuerza sanadora de Dios – Lucas 6, 12-19
Huir de la fornicación – 1 Corintios 6, 18
Importancia de la donación conyugal – 1 Corintios 7, 5
Incredulidad, desesperanza e idolatría – Romanos 1, 21-31
Incrementar nuestra Fe – Mateo 14, 22-33
Indisolubilidad del matrimonio – Marcos 10, 1-12
Institución y recepción digna de Cristo Eucaristía – 1 Cor. 11, 23-31
Luchar contra la avaricia – Ha 2:5-20
Mantener la paz ante el aparente triunfo del mal – Salmo 37
Mantener la paz en las dificultades – Filipenses 4, 10-20
Matrimonio sobre roca – Mateo 7, 24-25
Me llama, aunque sea pecador – Mateo 9: 9-13
Necesidad de la Fe – Hebreos 11
Necesidad de vivir en Cristo – Romanos 8, 1-30
No a vivir una vida de escándalo – Marcos 9, 41-50
No tener miedo – Mateo 8, 23-27
Pago de salario justo – Mateo 20: 1-16
Para convertir el corazón – Salmo 51
Para corregir con amor – Mateo 18: 15-20
Para crecer en humildad y evitar el pecado de presunción – Eclesiástico 5, 1-7
Para Dios no hay imposibles – Marcos 10, 17-27
Para enfrentar el miedo – Salmo 3
Para que Dios escuche las oraciones del esposo – 1 Pedro 3, 7
Para vivir con un corazón recto – Lucas 6, 39-49
Para vivir la generosidad y la justicia – Eclesiástico 14, 1-21
Petición de ayuda a Dios – Salmo 7
Por què comulgar el Cuerpo de Cristo – Juan 6, 48-58
Por què confesarme con un sacerdote – Juan 20, 23
Preocupado – Mateo 8, 19–34
Prevenir adulterio – Proverbios 7, 1-27
Pronta reconciliación – Efesios 4, 26-27
Protección en el peligro – Salmo 91
Pudor en la mujer – 1 Pedro 3, 1-2
Que las personas no son amigables Juan 15: 12-27
Reconciliación – 1 Juan 1, 9
Recto uso de los bienes – Marcos 10, 17-31
Refugio seguro – Salmo 62
Rezar con confianza – Mateo 7, 7-12
Sensación de soledad y abandono – Salmo 22
Solo y temeroso – Salmo 23
Súplica a Dios ante una aflicción – Salmo 90
Súplica ante la arrogancia de los que no creen – Salmo 10
Súplica ante la desgracia – Salmo 13
Súplica ante una gran derrota – Salmo 60
Súplica antes las injusticias de los hombres – Salmo 58
Súplica cuando en vez de paz nos encontramos perseguidos – Salmo 35
Súplica en el pecado -Salmo 51
Súplica en la vejez – Salmo 71
Súplica en medio de la tribulación a causa de los enemigos – Salmo 55
Súplica para llegar a la presencia de Dios – Salmo 43
Súplica pidiendo que se haga justicia – Salmo 26
Suplicar protección a Dios – Salmo 4
Todos somos uno – Juan 15
Trabajar con rectitud de intención y amor – Colosenses 3, 12-17
Transformar tristeza en alegría – Juan 16, 16-20
Único camino al cielo – Juan 14, 1-6
Valientes para realizar nuestras tareas – Josué 1
Vivir en la justicia – Eclesiástico 14, 1-2
Vivir en la presencia de Dios – Salmo 139
Vivir la caridad – 1 Corintios 13
Vivir sin preocupaciones – Fil. 4. 4-9
Volver arrepentido – Ecle. 17, 20-28