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13 cosas que seguramente desconoces del Mont-Saint-Michel

Mont Saint Michel
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Marie Le Goaziou - publicado el 17/10/17
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El Mont-Saint-Michel no deja de atraer visitantes de todo el mundo que van en peregrinación o para una visita más turística. Pero, ¿conoces sus secretos, desde su construcción hasta los tesoros que encierra, pasando por su geografía exacta?

  1. ¿Quién decidió construir una iglesia en un lugar así?

Según la Revelatio ecclesiae sancti michaelis, el texto más antiguo que relata los orígenes del Mont-Saint-Michel, la primera fundación de la abadía data del año 708. Aubert, obispo de Avranches, hizo construir un primer santuario dedicado al arcángel san Miguel.

Cuenta la leyenda que san Miguel se le apareció tres veces en un sueño para pedirle que construyera una iglesia en su honor en la cima del “monte Tombe”. En el tercer intento, el arcángel llegó hasta el punto de perforar el cráneo de Aubert con el dedo para convencerlo de que finalmente hiciera la obra.

Cuando el santuario fue terminado, Aubert envió mensajeros al monte Gargano en Italia para traer de vuelta las reliquias del arcángel al monte Tombe. El santuario, una vez terminado, pudo por fin ser consagrado a san Miguel el 16 de octubre de 709. Ministrado por doce sacerdotes, atrajo rápidamente a numerosos peregrinos.

  1. ¿Por qué escoger un emplazamiento tan extraño?

El culto a san Miguel se remonta al siglo V en Occidente. Numerosos altares e iglesias le fueron consagrados por toda Europa, hasta Irlanda y Rusia. Estos lugares de culto se encuentran en su mayoría en lugares excepcionales y altos, capaces de despertar la imaginación de las personas. A menudo se habla incluso de “culto aéreo” del Arcángel.

Así, el monte Gargano en Italia fue uno de los primeros lugares dedicados al arcángel. Los monjes irlandeses también construyeron un santuario en lo alto de una isla escarpada: Skellig Michael. En Inglaterra, Saint Mickael’s Mount en Cornualles se encuentra sobre una roca a la que únicamente se puede acceder con marea baja. Esta réplica del Mont-Saint-Michel, por cierto, era un priorato vinculado a la abadía normanda.

  1. ¿Hay otros Mont-Saint-Michel en Francia?

También en Francia, las iglesias dedicadas a san Miguel se han construido sobre rocas empinadas; la iglesia “Rocher Saint-Michel” en Aiguilhe, espectacularmente construida en la cima de un peñasco de origen volcánico, dominando un arrabal de Puy-en-Velay, es el más impresionante y famoso, probablemente debido al camino de Compostela que pasa cerca. La abadía de Saint-Michel de Cuixá está situada al pie del monte Canigó en los Pirineos.

En Dénestanville, en el departamento Sena Marítimo, la capilla de Saint-Michel está situada en la cima de una colina, llamada “Mont-Saint-Michel”. También en el Sena Marítimo, en Ruan, se encuentra el priorato Saint-Michel-du-Mont-Gargan a la salida de la ciudad en la colina de Santa Catalina. Otros ejemplos son el convento Saint-Michel-des-Anges, en Saint Angel, Corrèze, o la abadía Saint-Mihiel en Lorena.

  1. ¿Dónde está la construcción más antigua del Mont-Saint-Michel?

Notre-Dame Sous Terre es una pequeña capilla carolingia del siglo IX, de dimensiones modestas, de 18 metros de longitud y unos 8 metros de anchura, que permaneció enterrada durante mucho tiempo bajo la nave principal de la abadía románica. Es el primer rastro de cristianismo en el monte. Construida en sustitución del oratorio de Aubert a principios del siglo VIII, conserva su ubicación y estructura de dos naves paralelas.

La pared ciclópea detrás del altar derecho deja ver la construcción más antigua conocida en el monte: es la cueva construida por Aubert. Durante la construcción de la iglesia románica, a partir de 1023, esta capilla se extendió hacia el oeste y se reforzó para soportar los últimos arcos de la nave y la fachada que, poco a poco, se fueron sumergiendo en las entrañas del monasterio. No fue hasta la restauración de 1960 que se recuperó su aspecto original. Los constructores utilizaron esta capilla como punto de partida para las construcciones posteriores.

  1. ¿Con qué piedras se construyó el Mont-Saint-Michel?

La isla sobre la que está construida la abadía es demasiado pequeña para permitir la extracción de piedra, por lo que tuvieron que ser traídas desde el exterior. La piedra caliza de Caen se reservó para la decoración de interiores por su blandura, que permitía esculpirla de una manera muy fina. Pero el granito provenía principalmente de las islas Chausey, un archipiélago situado frente a Granville en la costa de Normandía, desde donde era transportado por mar en barcazas y remolcado con la marea alta por un cabestrante. La piedra de Chausey es en realidad granodiorita azulada por mica blanca y negra, que se ha utilizado en las mansiones de Cotentin, las aceras de Londres o la reconstrucción de Saint-Malo.

  1. ¿A qué se le llama “la Maravilla”?

Toda la parte central, situada debajo de la iglesia abacial y de la propia iglesia, a excepción del coro, es de época románica. Esta es la parte antigua de la abadía. Los edificios del norte que conforman “la Maravilla” ilustran el espíritu del arte gótico que soplaba por toda Europa occidental en aquella época. Su audaz arquitectura tiene 3 niveles superpuestos que culminan a 35 metros de altura, apoyados por dieciséis poderosos contrafuertes.

En la planta baja se encuentra el almacén donde se guardan los alimentos y la capellanía, lugar de acogida de los peregrinos; en la segunda planta, la sala de huéspedes con sus imponentes chimeneas, reservada a los invitados ilustres, y la sala llamada “de los Caballeros”, antiguo scriptorium. En la última planta se encuentra el claustro y el refectorio de los monjes.

  1. ¿Por qué las construcciones se superponen unas encima de otras?

Desde sus orígenes, una serie de catástrofes han plagado la vida de la abadía de Mont-Saint-Michel: en el año 922 se produjo un incendio, y las partes superiores de la nave de la iglesia de la abadía se derrumbaron en 1103. El monasterio fue devastado por el fuego en 1204: su reconstrucción dio lugar a “la Maravilla”. Desde el año 966, a petición del duque de Normandía, una comunidad de benedictinos se estableció en la roca. Durante ocho siglos, no dejaron de construir y ampliar su monasterio. Pero el pequeño tamaño de los locales les obligó a superponer los edificios.

La iglesia abacial se apoya sobre una plataforma artificial de 80 metros de largo. Aunque la cruz del crucero se sostiene sobre la punta de la roca, los brazos del crucero y el coro están sostenidos por criptas, mientras que la nave se extiende por encima de la antigua iglesia de Notre-Dame Sous Terre.

En cuanto al claustro, por falta de espacio no está situado en el centro del monasterio. Su papel es puramente espiritual: debe conducir al monje a la meditación. Y para ello no hay mejor manera que detenerse frente a los tres arcos abiertos hacia el mar y el vacío. Estas aberturas debieron de constituir originalmente la entrada a la sala capitular, que nunca se construyó.

© Thierry Houyel
  1. ¿Dónde se encuentran los manuscritos de Mont-Saint-Michel?

El scriptorium de Mont-Saint-Michel fue considerado durante mucho tiempo como lugar de creación de manuscritos y taller iluminador. Este scriptorium produciría un total de 70 manuscritos, sobre todo en época románica. Fue uno de los talleres monásticos más productivos de Europa. Se enriqueció con incunables, libros impresos y se convirtió en una de las más bellas bibliotecas eclesiásticas del occidente medieval.

Durante la Revolución francesa, la biblioteca fue transferida a Avranches. Desde 2006, un museo, el Scriptorial, presenta los manuscritos con su contexto. Pero sobre todo, desde la primavera pasada, gracias a la Universidad de Caen, que ha digitalizado casi 200 manuscritos, estos preciados documentos pueden hojearse en Internet.

  1. ¿Cuáles son los diferentes nombres del Mont-Saint-Michel?

Durante mucho tiempo se le conoció, en latín, como ‘Mons Sancti Michaeli in periculo mari’ (Monte de San Miguel a merced del mar), algo que sorprende porque, por el contrario, el mar ha protegido durante mucho tiempo el sitio contra invasores, con más seguridad que las murallas del siglo XV construidas para proteger las riquezas de la abadía y del pueblo que se desarrolló a sus pies.

En el pasado, el pueblo solía estar muy poblado… Hoy en día, solo cuenta con 44 habitantes permanentes ¡para 2’5 millones de visitantes anuales! Durante la Revolución, fue rebautizado como “Monte libre”, lo cual es irónico, ya que fue transformado en prisión hasta 1863, cuando fue llamado la “Bastilla de los mares”. Inicialmente fueron encarcelados allí los sacerdotes refractarios, luego presos de derecho común y algunos políticos como Auguste Blanqui o Armand Barbès.

  1. ¿A partir de cuándo regresaron los monjes a Mont-Saint-Michel?

En 1966, algunos benedictinos regresaron a la abadía para asegurar una presencia cristiana y una vida de oración en el lugar. Luego, en el año 2000, las Fraternidades de Jerusalén vinieron de la iglesia de Saint Gervais en París para reemplazarles.

Así, cada día, la comunidad se reúne para los oficios en la iglesia de la abadía, recuperando así el propósito original del edificio. Son los inquilinos del Centro de monumentos nacionales y no intervienen en la gestión de la abadía. La restauración de una casa, “Logis Saint-Abraham”, por la comunidad ha permitido acoger a peregrinos en retiro desde octubre de 2012.

  1. ¿El Mont-Saint-Michel era bretón o normando?

Administrativamente, el Mont-Saint-Michel está en Normandía, pero históricamente ha sido unas veces bretón, otras veces normando, dependiendo de las guerras, los arreglos políticos y el irregular curso del río Couesnon, que marcaba la frontera entre Bretaña y Normandía. En 867, el rey de Francia, Carlos III el Simple, cedió las regiones de Cotentin y Avranchin a Bretaña.

El Monte pertenecía en principio a los bretones, pero desde un punto de vista religioso formaba parte de la diócesis de Avranches, que permanece en la archidiócesis de Ruan. Regresó a Normandía en 1009. En 1204, el duque de Bretaña lo cerró y le prendió fuego. Esto puede explicar las eternas disputas entre bretones y normandos sobre la posesión del Mont-Saint-Michel… Incluso hace poco, la polémica se ha reavivado debido a los mapas publicados en un libro de texto escolar o en documentos turísticos que colocan el Mont-Saint-Michel en Bretaña.

  1. Y la bahía de Mont-Saint-Michel, ¿de qué región depende?

La bahía de Mont-Saint-Michel ocupa una depresión de unos 500 km² entre Granville y Cancale, a caballo entre Bretaña y Normandía. Se caracteriza por la magnitud de sus mareas, entre las más fuertes del mundo. El mar se aleja del Monte durante las mareas más bajas ¡hasta 18 kilómetros! Entonces ofrece una espectacular playa intermareal de 250 km² que revela paisajes extraordinarios y sirve de escaparate para el Mont-Saint-Michel.

  1. ¿Quién fue la madre Poulard?

La madre Poulard no era normanda ni bretona, sino borgoñona. Nacida en Nevers, Annette Boutiaut llegó a Mont-Saint-Michel en 1872 como empleada doméstica del arquitecto Edouard Corroyer, alumno de Viollet Leduc, encargado de la restauración del Monte. Allí se casó con Robert Poulard, el hijo del panadero, con quien abrió una posada.

Los escasos turistas solamente podían llegar al Mont-Saint-Michel siguiendo el ritmo de las mareas, así que, mientras esperaban a la hora de la comida, ella adoptó la costumbre de servirles una tortilla poco hecha y sabrosa que le valió su reputación.

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