El Pontífice recibió en audiencia a profesores y estudiantes de la Institución Chartreux que prepara líderes de finanzas y economía en Francia
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“Es esencial que, a partir de ahora y en su futura vida profesional, aprendan a permanecer libres de la fascinación del dinero”, dijo el papa Francisco este jueves 19 de octubre a 80 estudiantes católicos del Institución de los Chartreux de Lyon, Francia.
Ellos que se preparan para entrar en “grandes escuelas de negocios” y han venido a Roma por una estancia cultural.
El Papa les habló “de la esclavitud en la que el dinero encierra a los que le rinden culto”.
Así, instó al grupo de futuros emprendedores a que cultiven “hoy la fuerza y el valor de no obedecer ciegamente a la mano invisible del mercado”.
“Me complace saber que su formación académica incluye una fuerte dimensión humana, filosófica y espiritual, y por ello doy gracias a Dios”, expresó.
Por lo tanto, les animó a aprovechar el tiempo de los estudios que les convertirían “en promotores y defensores de un crecimiento en la equidad, en artesanos de una administración justa y adecuada de nuestra casa común, es decir el mundo”.
Les instó a dejar una huella en la historia y decidir el propio futuro. Por eso, les exhortó a “ser responsables de este mundo y de la vida de cada hombre”.
“No olvidéis – continuó- nunca que ‘cada injusticia contra un pobre es una herida abierta, y disminuye [la de ustedes] la misma dignidad“.
No apunten al éxito y, dándose el tiempo y los medios, les insistió para que “recorran los sendero de la fraternidad” para “construir puentes entre los hombres en lugar de muros”.
Los chicos y las chicas presentes fueron llamados a ser constructores de un mundo y una sociedad “más justa y más humana”.
Al contrario del individualismo, la producción y el talento para beneficio propio, el Papa Francisco les invitó a seguir una vía distinta.
En esta perspectiva, les insistió para que como cristianos permanezcan unidos “al Señor Jesús con la oración, para aprender a confiar todo a Dios, y no sucumbir así a la tentación del desaliento o la desesperación”.
“No olvidéis nunca, con la mirada fija en ustedes y en los demás, que “el hombre supera infinitamente al hombre”, citó a Blaise Pascal, el pensador cristianos francés, al dirigirse también a los no creyentes.
En la conclusión, les animó a “trabajar por el bien, para convertiros humildemente en semilla de un mundo nuevo”.
Erróneamente, en blogs y otros medios de línea sectorial, se plantea que el pontificado de Bergoglio habla única y exclusivamente a los movimientos populares, las organizaciones obreras y defiende a ultranza los intereses proletarios.
Sin embargo, Francisco tiene más discursos de lo esperado dirigidos a empresarios, emprendedores y sectores económicos clásicos.
En ambos casos, el Papa que es de todos insta siempre a que el dinero no esté al centro de las actividades económicas, sino que sea la persona, lo cual significa siempre privilegiar el bien común y el cuidado por la creación.