La supermodelo apoya la carrera de su hija pero establece sus límites
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Cuando tu hija te dice que quiere dedicarse a lo mismo que tú, sería como irónico que le dijeras que no, aún cuando se tratara de una carrera tan controversial y complicada como la del modelaje.
Desde muy niña, Kaia Gerber mostró señales de querer ser modelo y logró su primer trabajo cuando tenía tan sólo 10 años, posando para la línea juvenil de Versace.
Por supuesto, ser la hija de una de las supermodelos más famosas del planeta (y, de paso, haber heredado su belleza) es de gran ayuda en este tipo de industria, pero también se presta a un ascenso demasiado veloz y a sufrir las malas consecuencias de una fama repentina y caer de forma estrepitosa.
Es allí cuando Cindy Crawford ha decidido intervenir, exigiendo que siempre un adulto de la familia (preferiblemente ella) acompañe a Kaia –de 16 años- en sus viajes y pautas; además de hacer que su hija tome clases de verano para que no pierda ningún año escolar y sus estudios sean su prioridad hasta que se gradúe.
“Mi hija acaba de sacarse el carnet de conducir. Me da más miedo eso que verla trabajar como modelo. La suerte que tienen tanto ella como mi hijo Presley (que también se dedica al modelaje) es que yo sé mucho sobre ese mundo. ¿Quién mejor para guiarlos en su carrera que yo?”, dijo Crawford recientemente en una entrevista durante un acto benéfico en Detroit, Estados Unidos.
Además, la supermodelo recordó que ella también empezó a esa edad y, aunque muchos la critiquen por dejar a su hija trabajar desde tan temprana edad, aclaró que tanto en el modelaje como en el deporte la vida profesional es mucho más corta.
Kaia también se muestra contenta de tener a su madre como su mayor apoyo. “Ella me da consejos para la vida más que para desfilar, como ‘llega a tiempo’ y ‘sé amable con todos’. La gente con la que he trabajado dice que ella es la persona más profesional, así que sólo puedo esperar que digan lo mismo de mí”, afirmó en una entrevista con E! News.
Todo parece indicar que lo está logrando. La directora de la revista Love dijo que era “estupenda, profesional, trabajadora y encantadora”; mientras que la directora de casting Anita Bitton ha dicho que se nota que “tiene los pies sobre la tierra”.
Este año, Kaia fue noticia porque desfiló por primera vez en las pasarelas de las distintas semanas de la moda (hizo 18 desfiles en un mes). El diseñador Raf Simons de Calvin Klein fue el primero en darle una oportunidad, pero le siguieron otras firmas tan importantes como Burberry, Alexander Wang, Marc Jacobs, Fendi, Moschino, Prada, entre otras.
Sin embargo, Cindy Crawford también ha querido darle su espacio a Kaia, tanto para que cree su propia identidad y tenga su aprendizaje, como para evitar injustas comparaciones.
Eso se hizo evidente en el último desfile de Donatella Versace en Milán, donde Cindy y las otras grandes supermodelos de los 90 fueron invitadas a caminar por la pasarela pero Kaia también trabajaría para la marca: “Cuando Donatella me pidió participar en ese desfile yo no sabía que mi hija también iba a hacerlo. Ella de hecho no lo supo hasta un par de días antes. Cuando se enteró me preguntó si íbamos a desfilar juntas, a lo que yo le dije: ‘No, no pienso caminar por la pasarela contigo. Yo voy a hacerlo con las mujeres de mi edad, tú puedes hacerlo con las chicas de la tuya”.
Sin duda, ser hija de quien es le ha abierto las puertas a Kaia, pero será su talento y profesionalidad lo que le garantizarán que permanezca en el competitivo mundo del modelaje.
Como le dijo su mamá: “Sé ambiciosa, pero no quieras correr más que las veteranas si no quieres salir perjudicada. Porque aunque tengas el apellido, hay sitios que no se heredan, se ganan”.
