El Hotel Almirante, un lugar de puertas abiertas para la inclusión
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Es un lugar realmente pintoresco y está situado en la playa Bocagrande, en la zona turística y comercial más importante de Cartagena de Indias, uno de los sitios más visitados de Colombia.
Elegancia, comodidad y buenos servicios forman parte de su carta de presentación. Sin embargo, el verdadero lujo de este hotel no está dado por su ubicación ni infraestructura, sino por las oportunidades que ofrece. En este caso, por ser un lugar puertas abiertas para personas con discapacidad auditiva.
“Gracias a mi condición de sordera he tenido que desarrollar el sentido de la observación, y un sexto sentido, por ejemplo, si analizo que una persona viene triste le puedo ofrecer una bebida para subir el ánimo. Si alguien llega estresado le ofrezco algo que lo relaje, puedo ver más allá”, expresa a través de lenguaje de señas y expresión corporal muy marcada Víctor a El Tiempo.
Según indica ese medio, que realiza un extenso reportaje sobre las oportunidades que ofrece este lugar en Colombia, Víctor es el primer mesero sordo que es aceptado en un hotel de esa famosa ciudad.
Víctor nació enfermo debido a que su madre tuvo problemas durante su embarazo. Pero logró salir adelante a pesar de que su madre lo abandonara –cuenta- gracias al apoyo de una familia que decidió adoptarlo y brindarle todo su amor. Hoy luce con alegría la escarapela del lugar que le permite dar lo mejor de sí a través del servicio y la camaradería con los turistas.
“Lo primero que le digo a las personas con alguna discapacidad es que tienen que estudiar y prepararse y adquirir capacidades, luego tejer las oportunidades. No se queden en la casa sin hacer nada…salgan y luchen. Todos pasamos por situaciones difíciles”, agrega Víctor que sus señas cargadas de simpatía.
Precisamente, eso fue lo que hizo Víctor, quien se formó en el Sena Cartagena, un lugar de formación público y que cuenta con varios estudiantes sordos en diferentes programas como panadería, construcción, mesa y bar, entre otras.
Por otro lado, Víctor no está solo en el Almirante y ya tiene alguien a quien servirle de ejemplo. Se trata de Roberto, un joven técnico en cocina de 21 años –su aprendiz- que sufre de un 95% de sordera, indica El Tiempo.
Tanto él como Roberto –queda demostrado una vez más- representan el verdadero lujo de este hotel colombiano. Pero el reto no termina aquí, pues el Hotel Almirante de alguna manera ha motivado a otros lugares de la zona, -Las Américas y Casa San Agustín- a sumarse a la inclusión de discapacitados.
Y los huéspedes agradecidos, pues en estas personas también encuentran la gran oportunidad de ser mejor entendidos.
Con información en base a El Tiempo