Los católicos creen que Dios puede usar nuestras oraciones para ayudar a las almas que sufren las “llamas purificadoras” del purgatorio reduciendo su tiempo allí.
El Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia explica:
Una valiosa ayuda para los muertos
Hay muchas maneras diferentes de rezar por estas almas santas. Pero hay una forma especial que es con el rezo de un tipo particular de rosario.
Según los relatos de sus visiones místicas, la beata Ana Catalina Emmerick recibía a menudo visiones de almas del purgatorio, por las que rezaba con frecuencia.
Vio que muchas avanzaban hacia el paraíso gracias a sus oraciones y así confirmó para ella el valor de las oraciones por los difuntos.
Luz de claridad gradual
En sus escritos habla de una luz que rodea a las almas en el purgatorio y que cambia de oscuro a blanco, según su viaje al paraíso. Un pasaje de su revelación privada alude a esta idea:
Inspiradas por este concepto, varias empresas han producido a lo largo de los años un Rosario de las Almas en el Purgatorio.
Hay quienes aseguran que la Madre Teresa usaba este tipo de rosario, aunque circulan historias contradictorias al respecto.
Un signo visible de purificación
El rosario se compone de cuentas que al principio son de color negro, luego son de un tono gris más claro y terminan de color blanco.
Así representa la purificación de las almas en el purgatorio a través de las oraciones del Rosario, mientras confiamos que Dios escuchará nuestras oraciones y aliviará el sufrimiento que un alma pueda estar atravesando.
Este es un sentimiento hermoso que anima a las personas a rezar el Rosario por una persona difunta en concreto.
En realidad se trata de rezar el rosario como sueles hacerlo, pero pidiendo por esa alma.
Sea cual sea el estado actual del alma, sin duda Dios usa nuestras oraciones, y el acto de rezar por las almas fortalece nuestra conexión espiritual con los fieles difuntos.
Todos somos miembros de la Iglesia y podemos ayudarnos mutuamente a alcanzar ese final que anhelan nuestros corazones.