Individual o en grupo con otros feligreses, el regalo que se hace a un sacerdote es a menudo un verdadero dolor de cabeza. Algunos consejos que pueden ser de ayuda…
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Más allá de todos los iconos, figurillas y cánones de altar enmarcados que el cura de tu parroquia acumula desde el día de su ordenación, aquí tenéis unas ideas de regalos que sin duda le gustarán.
Ropa litúrgica… o de diario
Estolas, capas, casullas, sobrios o bordados, góticos, monásticos o romanos, blancos, rojos, verdes, morados o rosas, hay mucho donde elegir entre las prendas litúrgicas.
Probablemente piensas que el párroco de tu parroquia ya está bien servido, pero tal vez se alegrará de poder cambiar. De la misma manera que a un hombre le gusta variar con sus trajes y a una mujer con sus vestidos. Y nadie dice que su armario esté completo.
Muchos sacerdotes no tienen casulla rosa, por ejemplo, porque representa un coste significativo para usarla solamente dos veces al año: el domingo de Gaudete (tercer domingo de Adviento) y el domingo de Laetare (cuarto domingo de Cuaresma), cuando el morado se aclara acercándose al blanco…
¿Dónde encontrar buenas casullas? Puedes encontrarlas, así como ornamentos litúrgicos, (con distribución internacional) en Granda,
Jeanne Regnier, de 31 años, las fabrica por encargo en su taller de Blois, Francia; unas casullas que combinan sencillez, dignidad y modernidad. Fiel a la premisa platónica: “la belleza es el esplendor de la verdad”, Jeanne ofrece a los sacerdotes y a las parroquias la confección de ornamentos litúrgicos desde el respeto a la tradición de la Iglesia.
Y puesto que los sacerdotes tienen una vida “civil” fuera de la misa, y puesto que no tienen esposa que les señale puntualmente que su chaqueta está gastada, su jersey agujereado, su camisa roída o sus zapatos con las suelas abiertas, puede ser razonable regalar a un sacerdote una prenda de su gusto o un nuevo par de zapatos… Solo hay que tener discreción a la hora de descubrir su talla o número de calzado.
Útiles indispensables para su misión
Hoy en día, los sacerdotes, como cualquier otro “jefe de proyectos”, necesitan herramientas modernas para dirigir su parroquia. ¿Por qué no regalarles un ordenador, un iPad o un smartphone para ayudarles en sus tareas diarias? Administrar el presupuesto, organizar la planificación mensual, motivar al equipo bautismal, preparar el encuentro diocesano… ¡tantas misiones que se gestionarían más fácilmente con los nuevos medios de comunicación!
Si vuestro párroco no es muy amigo de las nuevas tecnologías, un estuche de cuero para su breviario o un maletín de sacramentos (una maletita con todo lo necesario para celebrar misa fuera de la iglesia) siguen siendo unos regalos útiles y simpáticos.
Hermosos ornamentos litúrgicos
Sin duda, los sacerdotes aman la belleza porque “nada es demasiado bello para Dios”, citando el título del documental de Jean-Louis Saporito sobre los cristianos etíopes. Una hermosa liturgia acompañada de hermosos ornamentos, eso es algo que le encanta a un sacerdote. El Día del sacerdote es la ocasión para ofrecerles hermosos objetos de orfebrería: un cáliz, un ciborio, una patena, candelabros, un ostensorio, una ampolla para el Santo Crisma, una cruz de procesión…
La ocasión de crear un vínculo
Hacer un regalo, en efecto, es muy bueno y muy amable, pero no hay que olvidar el aspecto relacional y de convivencia. Invita a tu sacerdote a cenar o almorzar en casa (¡además del regalo!) o, como hicieron los feligreses de una iglesia en la localidad francesa de Colombes el año pasado, organiza una pequeña fiesta sorpresa para su cumpleaños o… para la fiesta de los sacerdotes el 29 de junio, que se acerca rápidamente. ¡La atención amistosa es a veces más agradable que el regalo en sí!
*Artículo adaptado a la edición en español de Aleteia.