El Papa se despide de Bangladesh con un cariñoso encuentro con los jóvenes
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“Me siento rejuvenecido cada vez que nos vemos”, expresó el Papa a los más de 7 mil jóvenes que le dieron la bienvenida en el Colegio Nuestra Señor de Dhaka. No era para menos, puesto que el baile, las coreografías y los mil colores ofrecieron gran alegría al Pontífice.
En su discurso, el Papa les pidió que arriesguen y avancen, especialmente cuando uno se siente oprimido por los problemas y la tristeza y parece que Dios no aparece en el horizonte. El Pontífice les explicó a los jóvenes que para no “vagar sin rumbo” y escoger el camino adecuado necesitamos la sabiduría de la fe: Es como si Dios “hubiera puesto dentro de nosotros un software que nos ayuda a discernir su programa divino”, un software que debe actualizarse escuchando al Señor.
La sabiduría de Dios, prosiguió el Pontífice, necesita “mirar al mundo, nuestra situación, nuestros problemas, todo con los ojos de Dios”, escuchar a otros con los oídos de Dios, “amar con el corazón de Dios” y “evaluar las cosas con los valores de Dios”. De esta manera se conseguirá “rechazar las falsas promesas de felicidad” que conducen solo al egoísmo y ayuda para aceptar a aquellos que “actúan y piensan de manera diferente a nosotros”.
Entre sus consejos se encuentra el de no aislarse sobre uno mismo. “Cuando un pueblo, una religión o una sociedad se convierten en un pequeño mundo”, se puede llegar a la mentalidad presuntuosa, la de “yo soy bueno y tú eres malo’ “.
En un momento dado, el Papa recordó una experiencia de jóvenes en Buenos Aires. Un grupo de estudiantes que estaban ayudando en una zona muy pobre. Allí había personas de todas las religiones y maneras de pensar y “todos estaban trabajando por el bien común”,”estaban abiertos a la amistad social” y decidieron decir no a cualquier cosa que pudiera distraerlos del propósito de “ayudarse unos a otros”.
Finalmente, señaló el Papa que la sabiduría de Dios viene del patrimonio cultural, de los mayores: “Tu cultura te enseña a respetar a los mayores”, afirmó, dándoles un consejo: “No paséis todo el día en el celular, haciendo caso omiso del mundo”.