Las trombofilias son causa de complicaciones obstétricas como el tromboembolismo venoso, la hipertensión, la pre-eclampsia, los abortos de repetición, la muerte fetal y el retraso del crecimiento intrauterino
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La trombofilia es una enfermedad hereditaria o adquirida de la coagulación sanguínea y se presenta con la tendencia a hacer coágulos arteriales o venosos. En las mujeres embarazadas es un factor de riesgo de posibles complicaciones obstétricas.
Durante el embarazo se produce de manera natural un cambio en el flujo sanguíneo porque el cuerpo activa un mecanismo para proteger de la pérdida de sangre durante el parto pero, los problemas aparecen cuando esta alteración afecta a la vascularización de la placenta y provoca la aparición de tromboembolismo venoso, hipertensión gestacional, pre-eclampsia, abortos de repetición, muerte fetal y retraso del crecimiento intrauterino.
La trombofilia adquirida es la más frecuente durante el embarazo y se denomina “Síndrome antifosfolipídico o SAF“. Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta, principalmente, a mujeres jóvenes y se caracteriza por la formación de coágulos que obstruyen los vasos sanguíneos dificultando la oxigenación y la nutrición del feto.
Hasta un 2% de mujeres embarazadas pueden padecerla así que la cuestión es: ¿cómo sospechar si tenemos trombofilia o riesgo de hacer un trombo durante el embarazo? De entrada es difícil, dicen los hematólogos, ya que es una enfermedad que no se detecta si no se analizan una serie de variantes genéticas específicas (con sangre o saliva) pero hay señales de alerta que nos permiten identificar si puede haber algún riesgo: edemas (acumulaciones, hinchazones) en las piernas y flebitis (inflamación de las venas o varices). Otros factores también se asocian a problemas de fertilidad, complicaciones obstétricas previas, abortos recurrentes y antecedentes familiares de trombosis, ictus, infarto, hipertensión, obesidad, etc.
“Tengo 33 años y un problema de coagulación en la sangre (mutación en el gen de la protrombina). Tuve un episodio de trombosis en la pierna hace unos años, a raíz de empezar a tomarme la píldora”
“Tengo pendiente pruebas genéticas….pero solo tengo apuntado Factor V Leiden, protrombina2021A y Homocisteina. No me han mandado el resto de factores.
¿Es normal esto? ¿Tengo que buscar a un hematólogo que no me haga pruebas por fascículos?”
Estos son testimonios de mujeres que, después de haber pasado por un periplo de especialistas a consecuencia de gestaciones frustradas, han logrado encontrar respuesta a su situación.
Factores de riesgo
Uno de los principales FR de sufrir un tromboembolismo durante el embarazo es que la mujer tenga antecedentes personales y/o familiares y/o acumule uno a más de los siguientes factores de riesgo “clásicos”:
- Edad > 35
- Multiparidad
- Obesidad
- Tabaquismo
- Inmovilización (reposo)
- Cirugía reciente
Para diagnosticar cualquier tipo de trombofilia no basta con una analítica convencional y se requieren pruebas específicas. Estos análisis tienen un coste pero proporcionan información sobre los factores de coagulación alterados y sobre los genes implicados en el sistema sanguíneo y la circulación de la sangre.
Actualmente, los análisis genéticos no se realizan de manera rutinaria debido a su complejidad y es el hematólogo quien determina la necesidad de hacerlo. En estos casos, la relación directa entre el hematólogo y el ginecólogo-obstetra es imprescindible para el buen diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad para conseguir un embarazo sin complicaciones y a término.
Las guías clínicas recomiendan, aunque existe una cierta controversia entre diferentes sociedades médicas y científicas, que las pacientes con factores de riesgo y antecedentes de complicaciones obstétricas reciban dosis profilácticas de HBPM (heparina-anticoagulante) durante el embarazo y las 6 semanas siguientes de puerperio.
¿ Qué embarazadas deben realizarse las pruebas de trombofilia?
Todas las que hayan tenido algún coágulo sanguíneo, antecedentes familiares, embolia pulmonar o ictus, complicaciones en embarazos anteriores, nacimientos sin vida, pre eclampsia temprana o grave, desprendimiento de la placenta o crecimiento fetal retardado.
Una vez se diagnostica la enfermedad, en la mayoría de los casos, se pueden prevenir las complicaciones con un tratamiento adecuado y unos hábitos de vida saludables. La mayoría de las mujeres con una trombofilia tiene un embarazo sano y sin complicaciones.
Minimizar el riesgo
- Uso de medias elásticas
- Realizar actividad física para mejorar la circulación sanguínea
- Mantener un peso adecuado
- Seguir una dieta equilibrada y saludable
- Tratamiento farmacológico con anticoagulantes en las dosis prescritas
Ley Argentina para la detección de trombofilia en mujeres embarazadas
Argentina ha sido un país pionero al considerar la Trombofilia como una enfermedad de riesgo para las embarazadas. Por ello, la organización Trombofilia y Embarazo promovió la elaboración de la “Ley de Trombofilia” en 2015 que, posteriormente, se vetó por la falta de consenso entre diferentes sociedades médicas. En cualquier caso, el objetivo de la misma era propiciar la detección temprana de esta enfermedad ya que, “es responsable de complicaciones gestacionales importantes como abortos tempranos recurrentes y también muerte fetal intrauterina”, declaran desde la asociación Trombofilia y Embarazo.