La asertividad es una habilidad social que nos capacita para defender nuestros derechos en su justa medida.
La asertividad nos permite expresar nuestros pensamientos, deseos, inquietudes de una manera sincera, directa, abierta, educada y apropiada. Es decir, sin responder con una conducta ni pasiva ni agresiva, sino asertiva.
La asertividad como tal debe contener estos elementos: debe ser prudente en forma y tiempo y equilibrada, con un alto grado de inteligencia emocional encaminada a vivir esta capacidad.
Esto es que hay que saber qué decir, cómo decirlo, en qué momento decirlo y, sobre todo, cuidar la forma de expresarlo; cuidar las palabras, el tono de voz, el lenguaje corporal y tener un colmillo muy fino para saber percibir el momento adecuado de hablar.
Cómo ser asertivos.
- Más, menos, más.
Esta fórmula es clave cuando deseamos hacernos escuchar por alguien, cuando queremos decirle a alguien más lo que pensamos o queremos expresar alguna molestia de una forma asertiva. Primero alabar o decir algo positivo (más). Luego decir la molestia que sentimos o traemos (menos) y cerrar la idea con otro pensamiento positivo (más).
Por ejemplo: Necesitas hablar con tu suegra porque sientes que maleduca a tus hijos siendo tan condescendiente y permisiva con ellos. Cuando llegan a casa pretenden comportarse como si estuvieran en casa de la abuela.
Utilizando la fórmula “más, menos, más” podrías decirle algo así: “Suegrita chula, de verdad amo ver como la quieren mis hijos y lo felices que son cuando están con usted (más). Por favor, quiero pedirle que si en mi casa yo no les permito ciertos comportamientos, como por ejemplo comer en las recámaras, que usted tampoco lo haga porque los niños se confunden (menos). De verdad soy muy feliz de tener a la mejor suegra del mundo y de que mis hijos tengan a esta abuela tan cariñosa (más)”.
- Conducta pasiva, agresiva o asertiva
Como ejercicio de autorreconocimiento toma un cuaderno y escribe algunos eventos o experiencias de tu vida y reflexiónalos como en la siguiente ilustración: Estás en un restaurante y pides la cuenta. Cuando te la traen te das cuenta de que te cobraron el platillo que previamente habías regresado y el cual el mesero había accedido no cobrarte. Tú puedes reaccionar de alguna de estas 3 maneras:
Conducta pasiva: Te quedas callado y a disgusto. Pagas, aunque sabes que fue injusto.
Conducta agresiva: Llamas al gerente, ya no al mesero, y le dices que su servicio estuvo fatal, que son unos rateros y que no tienen palabra. Acusas al mesero de deshonesto y abusivo.
Conducta asertiva: Pides al mesero hablar con él y, mirándole a los ojos, sonriente y amable, primero le agradeces por su maravilloso servicio. Luego le haces ver que hubo un error en la cuenta y de manera respetuosa le pides que lo corrija. Terminas diciéndole que pronto volverás y preguntarás por él.
- Respira antes de responder
A muchos nos pasa que el primer impulso hacia algo que nos molesta es defendernos y no de la mejor manera. Por lo mismo, es importante tomar unas cuantas respiraciones y permitir a nuestra inteligencia emocional -y no a nuestro cerebro reptiliano- que se apodere de nuestros actos.
- Edúcate
Aprende más sobre que peculiaridades debe tener la comunicación verbal y no verbal asertiva. Ante todo, debe transmitir respeto, franqueza, honradez y solidez, es decir, que lo que dices “es”. Estas características pueden incluir el hablar con un tono de voz firme y a la vez calmado o apropiado para la situación, con autoridad sin parecer autoritario. Habla siempre mirando a los ojos, con los brazos sueltos, pero no manoteando, sino invitando al diálogo, con una actitud de cooperación en busca de soluciones.
- Persona pasiva, agresiva, asertiva
La ignorancia es atrevida por lo mismo es importante que conozcas las diferencias entre estos 3 tipos de personas para que sepas actuar de una forma adecuada -asertiva- cuando la ocasión se te presente.
- Piensa en positivo antes de responder
Todo tiene un lado positivo y es en lo que hay que enfocarnos para así sacar lo mejor de cada situación. Puedes pensar algo así: “La otra persona tiene el derecho de pensar diferente” O bien, “Si el otro me ataca yo me defenderé, pero siempre con educación”.
Siempre recuerda que la asertividad te dejará una sensación de alivio, de paz y conformidad porque proviene del amor y de la justicia, de haber hecho lo correcto.