Una antigua leyenda en un pasadizo casi secreto de la antigua Roma
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En Roma, muy cerca de uno de los lugares característicos más visitados por los turistas, Campo dei Fiori y Piazza Navona, se encuentra un pasadizo histórico muy antiguo y misterioso que custodia una imagen de la Virgen María que fue muy popular por los acontecimientos ocurridos en el año 1796.
Este pasadizo en la antigua Roma conducía a la entrada principal del Teatro de Pompeyo en el año 55 a. C., un imponente teatro que luego, a causa de varios incendios y con el pasar del tiempo quedó convertido en ruinas. Hasta que la noble familia romana Orsini, en el Renacimiento, decide construir su palacio en el lugar, para alojar a muchos huéspedes de honor, como Lucrecia Borgia.
En el lugar donde antiguamente, dentro del teatro, se encontraba el templo dedicado a Venus, los Orsini hicieron construir la Iglesia que actualmente lleva el nombre de Santa Maria in Grottapinta. La iglesia custodiaba una imagen del 700 de la “Madonna del latte”, (la Virgen de la leche) que luego fue trasladada al pasadizo, llamado Pasetto del Biscione – en español, pasadizo de la serpiente -, llamado así por la anguila que estaba representada en los escudos de armas de la familia Orsini.
Es allí mismo, en este pasaje, que el 9 de julio de 1796 ocurre un hecho milagroso extraordinario: la Virgen comenzó a abrir los ojos como si se despertara de un profundo sueño, abría y cerraba los ojos mientras seguía con la mirada a todos los transeúntes, que se habían reunido con gran asombro ante el anuncio de tal evento.
El milagro duró por un tiempo y fueron muchos que movidos por la fe querían ver este curioso acontecimiento. Para llegar al lugar había que caracolear entre las estrechas callecitas romanas, que se convertían en una suerte de laberinto, hasta lograr encontrar el pequeño pasadizo, que estaba bastante escondido. Muchos se perdían, y de allí es que nace un famoso refrán romano “andare a cercare Maria pe’ Roma”, “ir a buscar a María por Roma”.
Después de que la imagen volviera a cerrar definitivamente los ojos, fue trasladada en procesión hasta la iglesia de San Carlo ai Catenari, donde se encuentra actualmente. En su lugar se colocaron sucesivamente varias imágenes de la Virgen, ya que eran destruidas por actos anónimos de vandalismo.
El mismo pasadizo fue cayendo al final en la ruina, hasta que en el año 2014, el centro de estudios que funciona en la Capilla Orsini, dio voluntariamente un restyling con un meticuloso trabajo de restauración para darle vida de nuevo. En el lugar de la “Madonna del latte” se colocó una reproducción exacta de la Virgen de la Divina Providencia del prestigioso artista Scipione Pulzone da Gaeta.
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