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¿Regalar o no regalar ropa en Navidad? He allí el dilema

DRESS
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Adriana Bello - publicado el 13/12/17
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En la mayoría de las encuestas es considerado el peor regalo… ¿pero por qué?

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El arte de regalar es uno de los más difíciles y en Navidad es de las cosas más estresantes.

Obsequiar ropa podría parecer una buena (y “fácil”) idea en primera instancia (todos tenemos que vestirnos, ¿no?), pero seamos sinceros, son más los comentarios negativos que escuchamos de este tipo de presentes (y generalmente con razón): el horrible suéter que nos dio una tía, el aburrido par de medias, la blusa que no me pondría ni para ir al supermercado y ni hablar de la incómoda situación de recibir ropa interior frente a todos.

Son piezas que usualmente enterramos en el fondo de nuestro clóset luego de la respectiva sonrisa fingida y un “gracias” que no es por hipocresía sino por educación.

Y sí, lo más importante de la Navidad no es el intercambio de regalos y “la intención es lo que cuenta”, ¿pero quién no quiere que ese ser querido reciba algo que realmente le guste?

Por eso soy de las que opina que, quitando una que otra excepción, se debe evitar regalar ropa y aquí les explico algunas de mis razones.

SOCKS

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La subjetividad del gusto

No hay reglas generales para saber qué le puede agradar a una persona o no. Esto tiene que ver tanto con estética como con asuntos culturales.

Sí, es cierto que si tienes en un muy buen ojo te puedes enfocar en patrones y estilo de vestir, pero siempre puede ver una excepción a toda regla… como que le encanta el marrón, pero no necesariamente el tono que tú estás escogiendo.

A esto se le deben sumar las creencias personales, como por ejemplo: no usa pieles porque es defensora de los animales o no usa nada que haya sido hecho en Asia porque vio un documental sobre la explotación femenina en esas fábricas de ropa.

La talla

Un tema polémico sobre todo con las mujeres, porque incluso sabiendo más o menos la talla que usa, dependiendo de la tienda esto puede variar.

Si le regalas algo que le queda grande, pueden surgirle dudas y complejos con respecto a su imagen corporal; y si le queda pequeño, aunque en un principio quizá pueda pensar: “Me debo ver más delgada de lo que realmente soy”, segundos después suele venir el pensamiento auto-saboteador de “estoy gorda” o, peor aún, “¿me está queriendo decir que debo adelgazar?”

Además, incluso acertando la talla no necesariamente la pieza le va a quedar bien por su forma de cuerpo o como a ella le guste que le quede en cada rincón de su cuerpo.

FRIENDS

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Complejos desconocidos

Cada ser humano es un mundo y tiene partes de su cuerpo que no le gusta o creencias sobre lo que le queda bien o mal (con o sin razón alguna).

Por ejemplo, hay personas que creen que sus brazos son muy flácidos y no les gusta usar blusas sin mangas, otras creen que ciertos colores no las favorecen y así un largo etcétera.

Si es una persona muy íntima, quizá tengas conocimientos de estos complejos, pero generalmente son cosas que se ocultan y son capaces de descartar un pieza por puro pensamiento.

Salud

Puede parecer extremo, pero algunas personas son alérgicas a ciertos tipos de tela y lo menos que queremos es que el suéter de lana que le regalamos sea el causante del terrible picor que no la dejó disfrutar de una salida.

Elder Couple Christmas

Shutterstock

¿Qué hay de las gift cards?

Hoy en día son muy comunes (sobre todo con las compras en línea) y, cuando se trata de alguien de confianza, yo particularmente creo que puede ser un gran regalo, sobre todo cuando conoces sus tiendas favoritas o ambos tienen alguna anécdota compartida en una boutique específica.

Sin embargo, hay personas que consideran que es impersonal o que da un mensaje de “no sabía qué regalarte, así que toma esto”.

Trata de averiguar sutilmente qué opina la persona sobre las tarjetas de regalo (si es que ya no lo sabes) y, de ser positiva la respuesta, lo que puedes hacer es personalizarla con un mensaje divertido o inspirador.

En definitiva, creo que son muy pocos los que tienen el don de regalar ropa que realmente guste, así que mejor me apegaría a los clásicos obsequios de tecnología, licores, libros, kits de belleza o, mejor aún, experiencias… ya les hablaré de eso muy pronto.

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