Papá/mamá: no condiciones los regalos que el Niñito Jesús o Santa traerá a tu hijo en Noche Buena dependiendo de si fue “niño bueno” o “niño malo” o de si se portó bien o mal. Ese tipo de mensajes hacen mucho daño a su corazón y a su estima.
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Amaba que llegara la Nochebuena. Recuerdo como justo a la medianoche nos mandaban a todos a una recamara a escondernos. Cuando eso pasaba todos sabíamos que El Niño Jesús estaba por “aterrizar” con nuestros ansiados juguetes.
Me impresionaba cómo mi mamá y cada una de mis tías sabía cuáles eran exactamente los regalos que nos pertenecían a cada uno de los más de 25 primos que éramos en la familia.
Y no solo me traía regalos sino también una atenta cartita contestándome lo que previamente yo le había escrito, carta escrita a puño y letra en la que casi siempre me decía lo mismo: que no me había traído lo que le había pedido porque ese año me había portado mal.
Me pedía que dejara de ser peleonera, berrinchuda y contestona y que sacara mejores calificaciones en el cole. ¡Ah! ¡Y que me quería mucho!
¡Qué más daba lo que dijera la carta, cuando quien me la había escrito era el mismísimo Niño Jesús! ¡Qué ilusión más grande!
Por supuesto que cada año le prometía ser una buena niña, mejor comportada y aplicada, pero nunca lo lograba. Dejé de recibir esas famosas cartas cuando cumplí 13.
Sin duda, para todos los niños la Navidad, entre otras cosas significa que habrá regalos. Claro, en algunos hogares los trae Santa, en otros el Niñito Jesús y en otros los Reyes Magos.
Aquí lo más importante es que como papás no condicionemos el que nuestros hijos reciban regalos de acuerdo con su comportamiento.
Una vez más, entendamos que por naturaleza todos los niños son buenos, no hay niños malos. Son los padres han de saber formarlos y educarlos.
Recordemos que hasta los 7 años los niños no distinguen realidad de fantasía.
Si yo reiteradamente le digo a mi hijo que se porta “mal”, él en su cabeza y de acuerdo con su muy limitada capacidad de raciocinio deduce, si me porto mal es porque soy malo. Si soy malo, no soy merecedor.
Y claro, los papás afianzamos inconscientemente ese pensamiento diciéndoles que Santa no les traerá nada por lo mismo.
Ahora bien, no se trata de que les traigan a manos llenas, sino con límite y prudencia teniendo en cuenta que menos, es más.
De preferencia ayuda a tus hijos a que escriban su cartita para que de una manera sabia les ayudes a reflexionar en lo importante y a expresar lo que traen en su corazón.
El espíritu de los niños es simplemente mágico, maravilloso y hay que tomar ventaja de eso, en el buen sentido, siempre tomando en cuenta que antes de pedir hay que agradecer. Puedes apoyarle para que escriba algo así:
Querido Niñito Jesús:
¡Feliz cumpleaños! Yo te quiero mucho. Gracias por todo lo que me diste este año. Me siento triste porque el abuelo ya está con tu Papá en el cielo y yo lo extraño, pero sé que él está contento allá y que me cuida, aunque hubiera preferido que estuviera conmigo. Sé que tendrás muchos regalos que repartir esta noche y te pido que no te olvides de mí y me traigas el coche de carreras como el que tiene Pepe. También que me traigas otro juguete para el David, el hijo del señor de la esquina que vende chicles. Te prometo que yo regalaré dos de mis juguetes preferidos a niños de la calle. Ojalá te guste el dibujo que te hice.
Te amo mucho,
Miguel