Los artistas del Renacimiento se pusieron manos a la obra para derribar este mito
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¿Quién no ha ido a visitar al recién nacido de una amiga y al final ha tenido que mentir? “¡Ay…que ricura!” “¡Ay…que lindo!” “Míralo que gracioso (cuando ya es muy evidente)”. No seamos hipócritas…todos lo hemos hecho. “No hay bebé feo”, me dijo sonriendo la matrona en una de las clases preparto. “¿En serio?”, pensé…”porque hay de cada uno…”
Me quedé con esa idea y…mirad por donde, el otro día buscando obras de arte me encontré con un lugar que no se como definirlo. Se trata de la cuenta de Tumblr “Ugly Renaissance Babies”.
En ella recopilan las obras con los bebés más feos del Renacimiento. Son bebés horribles (por desgracia casi siempre mostrando al niño Jesús) y que tienen una explicación artística. En el Renacimiento se pintaba a los bebés como personas mayores en miniatura y este es el horroroso resultado. Son obras de los siglos XV y XVI y parecen creadas explícitamente para desmentir esa idea de que “No hay bebé feo”.
Problema solucionado: Ya que no puedo decirlo de los bebés reales (todos los de mis amigas son guapísimos…ejem, ejem), ahora sí puedo decirlo de estos bebés del arte del Renacimiento: ¡¡¡son muy feos!!!
Disfruten del arte…o no: