El cáncer ginecológico es un término genérico que engloba todos los tumores que pueden afectar a uno o más órganos del sistema genital reproductivo de la mujer: ovarios, endometrio, cérvix, vagina y vulva.
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Globalmente, el cáncer ginecológico, el que afecta a cualquiera de los órganos del sistema reproductor femenino, es uno en los que más se ha evolucionado gracias a la investigación oncológica debido a su alta incidencia. Los avances se han producido en las técnicas de diagnóstico, nuevos tratamientos de quimioterapia y radioterapia y procedimientos quirúrgicos menos invasivos y más eficaces.
El cáncer ginecológico puede tratarse como diversas enfermedades que se asocian a cada uno de los órganos del sistema reproductor femenino: ovarios, endometrio, cérvix, vagina y vulva.
Recordemos una vez más, la prevención y la detección precoz son el mejor tratamiento, por ello, los especialistas insisten en que las mujeres se realicen las revisiones ginecológicas rutinarias.
Estos “cánceres” tienen una característica bastante común: con frecuencia son asintómaticos o producen pocos síntomas hasta que el tumor se encuentra en una fase avanzada.
La mayoría se producen en mujeres mayores, sobre todo, a partir de la menopausia pero es verdad que pueden aparecer, con una incidencia muy baja, en cualquier momento del ciclo vital de la mujer.
Los síntomas no son los mismos en todas las mujeres y cada uno de estos tipos presenta unos de más específicos aunque en general deberían interpretarse globalmente.
Los especialistas dan unas claves orientativas para que cada mujer aprenda a reconocer sus propios síntomas y valore su importancia.
Ovarios
El 75% de los casos aparece en una fase avanzada. A pesar de que se presenta, mayoritariamente, en mujeres a partir de los 50 años, no puede descartarse en mujeres más jóvenes.
El primer signo, puede detectarse durante la exploración ginecológica si se aprecia que uno de los ovarios ha aumentado de tamaño.
- Malestar en la parte inferior del abdomen
- Sensación de saciedad
- Dolores de espalda y pélvico
- Cansancio
- Sangrado vaginal y molestias al orinar
- Anemia y pérdida de peso
- Antecedentes familiares de cáncer
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Endometrio-útero
Es el cáncer más frecuente entre los tumores genitales femeninos. El 90% de las mujeres con cáncer de endometrio presentan sangrado anormal y se considera un síntoma de una fase precoz.
La mayoría de casos se diagnostican en mujeres postmenopáusicas entre 50-70.
- Sangrado vaginal anormal
- Presión constante sobre la pelvis
- Dificultad o dolor al orinar
Cérvix-cuello uterino
El cáncer de cérvix es el cuarto más prevalente en mujeres.
El cuello uterino es el canal que une el útero con la vagina. El factor de riesgo más importante es padecer una infección genital provocada por el VPH.
Sin embargo, en este tipo de cáncer, la prevención primaria permitirá un diagnóstico precoz o evitar infecciones gracias revisiones periódicas y a la vacuna del VPH (virus del papiloma humano).
- Sangrado vaginal irregular
- Flujo vaginal abundante y con sangre
- Sangrado postcoital
- Piernas hinchadas
Vagina
Es el tipo de cáncer ginecológico menos frecuente y tiene un componente genético importante y es más común en mujeres postmenopáusicas.
Normalmente, se diagnostica durante la revisión ginecológica. Se relaciona con el cáncer de cuello de útero o vulva.
- Sangrado anormal: posmenopáusico, poscoital o entre menstruaciones.
- Presencia de flujo acuoso
- Dolor al orinar
- Aparición de un bulto en la vagina
Vulva
El carcinoma de vulva también es infrecuente y se presenta en mujeres mayores.
Afecta a la zona de los labios vaginales y su evolución es lenta pero se da con mayor frecuencia en mujeres con historia de haber sufrido prurito y quemazón.
Se diagnostica con la presencia de una lesión vulvar que sangra, produce flujo o un tono más rojo o pálido de lo normal.
- Tener una infección por virus del papiloma humano (VPH)
- Antecedentes de frotis de Papanicolau alteradas
- Bultos en la vulva: verrugas
- Picor frecuente y molesto
- Sangrado
A pesar de lo dicho, tener uno o más de estos síntomas no significa tener cáncer pero si uno de estos síntomas aparece y persiste más allá de 2 semanas es recomendable acudir al médico.
Efectivamente, la buena noticia es que las expectativas son cada día más optimistas y el horizonte de las nuevas terapias dirigidas ya dan resultados y nos indican que se logra un mayor control de la enfermedad, se mejora el pronóstico y se alarga la supervivencia.