Ser mujer es un privilegio, ¿por qué?Lo que una mujer haga queda en un segundo plano a la hora de hablar de quién ella realmente es. Ser mujer es el componente por excelencia que impregna belleza y vida al mundo. Y dentro de los ejemplos de mujeres que han abrazado su feminidad está el de la supermodelo latina Valeria Mazza.
En una entrevista con Jaime Bayly, la referente internacional de la moda dejó bien en claro que aunque sea modelo, ante todo es mujer y ¡le encanta! Dice que ser mujer es un privilegio, ¿por qué?
- La mujer tiene la posibilidad de poder engendrar vida
Valeria dice que uno de los privilegios de la mujer es la posibilidad de poder engendrar vida y le agradece a Dios la oportunidad de poder haber vivido esa experiencia.
Mediante una experiencia única las mujeres se convierten en seno de un niño con la alegría y los dolores de parto y al mismo tiempo la transforma en guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento y punto de referencia en el posterior camino de la vida con todo lo que ello implica.
Esta capacidad femenina de dar vida tiene un papel fundamental para la humanidad.
La mujer tiene ese gran tesoro de poder dar vida de maneras diversas a todas las cosas y en todas sus relaciones.
La vida es un don que se produce a través de la apertura y el estar atento a las necesidades de los demás para crear algo nuevo y el corazón femenino revela esa disposición maternal.
- La mujer tiene una sensibilidad especial que aporta la feminidad
Otro de los privilegios de la mujer según Valeria es que las mujeres tenemos una sensibilidad especial y que si la sabemos usar, es algo maravilloso.
Las mujeres tienen una gran cantidad de riquezas por su sensibilidad: la intuición, la ternura, la generosidad, la seducción y una rica vida emocional que hacen a la mujer un ser especial.
Con la intuición propia de la feminidad las mujeres tienen una comprensión más rica del mundo. Al poder ver más allá, la mirada de la mujer percata los detalles que le permite ‘sentir’ con el otro y por eso es capaz de descubrir fácilmente lo que los demás necesitan.
La mujer es bella, es seductora, y esto no tiene que ver exclusivamente con la ropa que lleva o la figura de su cuerpo.
Su sonrisa, su mirada y sus palabras tienen un poder extraordinario que realzan el mundo con su toque femenino.