El más famoso cuento de Navidad en Venezuela
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La historia es simple, pero su significado es muy profundo. Si hacemos el cuento corto, Panchito Mandefuá es un niño limpiabotas, huérfano, que vive en la calle. El día de Navidad comparte algunas aventuras con su amigo Enrique. Al llegar las doce, cuando se dirige a visitar a su noviecita es atropellado por un vehículo. Esa noche Panchito cena con el Niño Jesús.
Esta historia de Navidad es una tradición tan instalada como la comida o las costumbres de esta época en Venezuela. Crecemos con ese cuento, ha sido llevado a las pantallas grandes y chicas, al teatro universitario y todos los niños lo conocen. Panchito es como uno más de la casa y su historia ayuda a los padres de familia a sensibilizar a los hijos ante el problema social de la infancia abandonada, pues el relato resume los rasgos de un niño venezolano realengo y harapiento.
Panchito Mandefuá es, ciertamente, un niño sin hogar, de esos que hoy día pululan por toda Venezuela y que desde muy temprano salen a la calle para ganarse el sustento. “Granuja y tracalero (1)”, lo definen algunos entendidos. Necesitaba, en su fantasía, sobresalir y se inventó ese apellido, Mandefuá, que pretendía de prosapia y pronunciaba con orgullo.
Ocurre un incidente y Panchito, por ayudar a alguien, pierde todo lo que tenía para su cena de Navidad. Sobreviene el accidente y cena esa Nochebuena, pero en el Cielo, con el Niño Jesús!
Sobre Panchito ha escrito media humanidad. El cuento es del famoso escritor venezolano José Rafael Pocaterra, novelista, ensayista y poeta, considerado uno de los maestros del cuento venezolano del siglo XX. En 1907 fue encarcelado por su colaboración en el periódico “Caín”, claramente opositor al férreo régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez.
El cuento que nos ocupa se llama, originalmente, “De cómo Panchito Mandefuá cenó con el Niño Jesús”. Trata, pues, de un muchachito que se ganaba la vida limpiando zapatos, vendiendo billetes de lotería y también periódicos. Como se la pasaba repitiendo “mandefuá” la usó de apellido, “con tanto orgullo como Felipe, Duque de Orleáns, usaba el apelativo de Igualdad”. Le gustaba el cine, ir al circo y fumar.
La historia tiene su lado amoroso al encontrarse Panchito con una niña, Margarita, que ha tenido un percance con su bandeja de dulces que llevaba para la casa donde trabajaba. Panchito se gasta casi toda su plata reponiéndole las golosinas (que se habían comido unos zagaletones) a la muchacha. Así, en plena nochebuena le quedan sólo veintiséis centavos. Pero bien valió la pena quedar limpio –pensaba Panchito- porque conoció a Margarita y le dio un beso: ¡Qué diablos! El día de gastar se gasta ‘archipetaquiremandefuá’…”.
Pero su final es trágico porque Panchito mientras pensaba en su menú navideño “hallacas de ‘a medio’, un guarapo(2), café con leche, tostadas de chicharrón(3) y dos ‘pavos-rellenos’ de postre” fue arrollado y quedó inerte sobre los rieles del tranvía. (“¡Nada hombre! que un auto mató a un muchacho ‘de la calle…’ ). “Y así fue a cenar en el Cielo, invitado por el Niño Jesús esa Noche Buena, Panchito Mandefuá…”, termina el cuento.-
(1) Tracalero significa tramposo.
(2) Guarapo es el nombre que recibe una bebida no alcohólica o infusión que varía según la región.
(3) Tostadas de Chicharrón: una especie de galleta de maíz con chicharrones de pollo o cerdo bien crujientes.