No oficialmente, pero eso no evitará que escolares (y maestros) le recen a esta santa.
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Los niños que viven en zonas donde hay nevadas ocasionales durante el invierno están muy familiarizados con los “días de nieve”: son esos días gloriosos en los que un niño (o maestro) se despierta para descubrir que la escuela se ha suspendido a causa de la nevada.
Hay una serie de días durante los largos meses de invierno cuando un día de descanso de la escuela viene siendo muy necesario y los niños (o a veces los maestros) quizás incluso pronuncien una pequeña oración a Dios por esa intención. Así que, si buscáis una ayuda divina adicional, probad añadiendo a esta santa a vuestra mezcla.
Santa Eulalia de Mérida está vinculada tradicionalmente con esta petición, aunque no de forma oficial. Esta santa vivió en el siglo IV en España y falleció en torno a la corta edad de 14 años.
Según una antigua leyenda, fue arrestada por su condición de cristiana durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Ella se presentó libremente ante las autoridades locales y aceptó sufrir una muerte de mártir.
Así pues, Eulalia fue asesinada por su fe y, tras su muerte, su cuerpo desnudo fue arrojado a la calle. Una nieve milagrosa cayó en aquel momento y cubrió su cadáver. Cuando finalmente fue enterrada, la nieve cubrió de nuevo el ataúd, como si fuera el paño blanco que habitualmente cubre el féretro antes del entierro.
Otra ayudante celestial popular es “Nuestra Señora de las Nieves”. Este título de la Santísima Virgen María está asociado con una nevada milagrosa en el siglo IV que delineó la futura basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Dios siempre escucha nuestras oraciones, ya sean infantiles o con la humilde ilusión de un niño. Pero recordad, ¡quizás no siempre responda de la manera que esperábamos!