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La Dieta MIND potencia el cerebro y previene el Alzheimer

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María Eugenia Brun - publicado el 09/01/18
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La dieta MIND no es una más del montón, o de las que podemos encontrar en cualquier revista o web.dash

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Es una dieta desarrollada por científicos del Rush University Medical Center en Chicago (Estados Unidos) y de la Harvard T.H. Chan School of Public Health para mejorar la salud del cerebro.

A pesar de que la dieta mediterránea y la Dash (Enfoques Dietéticos para Frenar la Hipertensión)  también mejoran la función cognitiva y son similares, difieren en varios aspectos ya que fueron diseñadas con otro propósito.


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Las siglas MIND en inglés responden a Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay, es decir Intervención Mediterránea-DASH para el retraso NeuroDegenerativo.

Estos investigadores demostraron que las personas que siguieron la dieta MIND redujeron su riesgo de enfermedad de Alzheimer en un 54% aunque todavía se requieren más estudios para conocer en profundidad estos resultados. De todas maneras estamos ante un muy buen comienzo, ya que demuestra que la alimentación puede tener un alto impacto en el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, en este caso.

Alimentos incluidos en la dieta MIND

  • Vegetales de hoja verde (como espinacas y ensalada verde), al menos seis porciones a la semana.
  • Otras hortalizas, por lo menos una al día.
  • Frutos secos, cinco porciones a la semana.
  • Bayas, dos o más porciones a la semana.
  • Frijoles, al menos tres porciones a la semana.
  • Cereales integrales, tres o más porciones al día.
  • Pescado, una vez a la semana.
  • Pollo o pavo, dos veces a la semana.
  • Aceite de oliva extra virgen.
  • Vino, un vaso al día (en personas que presentan hipertensión o alguna patología no es recomendable).

Algunos de los principales nutrientes que encontramos en esta dieta son la vitamina E, vitamina B12 y ácidos grasos omega 3.

  • La vitamina E es un poderoso antioxidante, imprescindible para el cerebro por su gran actividad metabólica. El cerebro consume mucha energía y genera un alto nivel de moléculas de radicales libres. Esta vitamina los ataca y proteger al cerebro de lesiones. La encontramos en aceites, nueces, semillas, granos enteros y vegetales de hojas verdes. Reduce el riesgo de demencia y del Alzheimer.
  • La vitamina B12 es fundamental. Su carencia puede generar problemas de confusión y memoria. Es siempre recomendable a mediana edad realizar un control de los niveles de esta vitamina con su médico de cabecera, ya que el paso de los años afecta a los ácidos del estómago, que son los que facilitan una correcta absorción de la vitamina B12. La encontramos en productos de origen animal, como carne, huevos, queso y pescado. Es esencial para mantener el funcionamiento normal del sistema nervioso, mejora el estado de ánimo, previene la pérdida de memoria y reduce el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.
  • Los ácidos grasos omega-3 son muy importantes para el cerebro pues es el órgano que tiene mayores niveles de Omega 3 del cuerpo. Especialmente el DHA (acido docoxohexaenoico), es el que se encuentra muy concentrado en el cerebro, es el que se incorpora en las membranas celulares y tiene una función en la transmisión de señales entre las células. Los encontramos en los aceites de pescado y en las nueces. iesgo de desarrollo de demencia relacionada con el aumento de la edad y el deterioro cognitivo.

Alimentos a evitar

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Oleksandra Naumenko – Shutterstock
  • Carne roja, menos de cuatro porciones a la semana.
  • Mantequilla y margarina, menos de una cucharada diaria.
  • Queso, menos de una porción por semana.
  • Pastas y dulces, menos de cinco porciones a la semana.
  • Alimentos fritos o comida rápida, menos de una porción por semana.

Sabemos que una consecuencia normal del envejecimiento es la disminución de la función cognitiva y de la memoria, pero también diferentes estudios están dando a conocer que la alimentación juega un papel importante además de otros factores.

También que una dieta pobre puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, lo que puede acabar comprometiendo la función cognitiva de la persona.

Por lo tanto, llevar una alimentación sana, incluyendo aunque sea algunos de los alimentos de esta dieta, podrá beneficiar a nuestro cerebro.

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