Francis Margot, recepcionista desde hace 23 años en la Santa Capilla de París, se conoce de memoria los secretos del edificio. Hace tres años, decidió crear una aplicación para ayudar a los visitantes a descubrir las vidrieras de esta joya gótica.
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La Sainte-Chapelle, una radiante joya de la arquitectura gótica construida a petición de san Luis para dar cobijo a las reliquias de Cristo, cuya famosa corona de espinas —que había adquirido en Constantinopla del emperador Balduino II—, sigue siendo uno de los edificios más visitados de París.
Construida en solo siete años, impresiona con sus quince enormes vitrales que rodean todo el edificio, presidido por un excepcional rosetón. Esta auténtica catedral de cristal tiene nada menos que 1.113 escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, que cuentan la historia del mundo hasta la llegada de las reliquias a París.
Francis Margot, recepcionista desde hace más de 20 años en la Santa Capilla, conoce de memoria este edificio, por el que siente un especial cariño. “Después de todo este tiempo en la Santa Capilla, sigo apreciando el lugar tanto por su aspecto vivo como por la quietud que reina aquí”, confiesa a Aleteia.
Apasionada de las nuevas tecnologías, Francis disfruta de su tiempo libre creando aplicaciones para teléfonos móviles. Entre otras cosas, le gusta jugar con la realidad aumentada. Por diversión, un día decidió crear una aplicación para leer las vidrieras de la Sainte-Chapelle.
Esta creación, que inicialmente compartió solamente con sus colegas, pero también con los guías y profesores que conoce, es una herramienta informativa maravillosa. “Mis amigos y colegas me dijeron que era una pena no permitir que los visitantes se beneficiaran de esta aplicación”.
Comienza la aventura
Así que Francis decidió mostrar las primicias de su aplicación a la administradora de la Santa Capilla, Delphine Samsoen. Convencida de la idea, invitó a Francis a hacer una demostración a los distintos servicios competentes del Centro de Monumentos Nacionales de Francia (CMN), especialmente al área de informática. En ese momento encajaron todas las piezas.
Convencidos por su proyecto, los equipos del CMN apoyaron a Francis en el desarrollo de esta aplicación. Pasar de un pasatiempo personal a un auténtico proyecto profesional no fue tarea fácil. “Tuve que perfeccionarme en varios niveles: aprendí fotografía, Photoshop, programación, manejo de bases de datos. Había que resolver muchos problemas y todo eso durante mi tiempo libre la mayor parte del tiempo”.
Esto explica por qué se tardó tanto tiempo en crear la aplicación: tres años en total.
¿Cómo funciona?
Después de descargar la aplicación en iOS o Android — disponible en seis idiomas—, la cámara del teléfono se enciende y aparece en la pantalla. Un objetivo pequeño permite apuntar a las vidrieras: cuando el usuario dirige su cámara a una vidriera, se muestra en grande en su teléfono, aparece el nombre de la vidriera y una breve descripción de la escena.
La aplicación es capaz de reconocer las vidrieras es más alejadas y mostrarlas en gran formato en la pantalla. Para poder descubrir todos los vitrales de todos los vanos, los visitantes tienen que pagar 0,99 euros, pero la explicación del gran rosetón central sigue siendo gratuita para los usuarios.
Un éxito ya en funcionamiento
Según el responsable del área de informática del CMN, la aplicación ha sido un verdadero éxito entre las visitas y el número de descargas no para de aumentar. Además de las herramientas informativas ya disponibles — audioguías, hojas explicativas— la aplicación permite tener una mejor visibilidad de las vidrieras, especialmente de las que están a gran altura, hasta 30 metros, que son de difícil acceso.
Francis ya tiene pensado mejorar la aplicación enriqueciéndola con información adicional. Basándose en este éxito, sueña con más proyectos de aplicaciones. “Tengo muchas ideas, por ejemplo, un juego de “ruta” que utilizaría la realidad aumentada y ofrecería a los jóvenes una aventura virtual por todos los monumentos. Una especie de búsqueda de tesoros para visitar monumentos de una manera divertida y educativa”.