No es el fin del mundo; al contrario, puede ser el inicio de uno más amable
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Al 14 de febrero, pienses que sea una fecha meramente comercial o no, suele colocársele demasiada presión al estado sentimental. En las películas nos han vendido la soltería en San Valentín como una noche para comer helado, llorar frente al televisor y recordar viejos amores, como si se tratara de una gran pesadilla, pero ¿te has puesto a pensar en las distintas formas de amor que tienes en tu vida?
Lamentablemente, a veces tendemos a confundir soltería con soledad. Y vamos a ponerlo así… hay parejas que pueden tomarse cinco fotos para Instagram y 10 más para Facebook e igual uno de sus miembros sentir que no tiene a un verdadero compañero a su lado (que, si me lo preguntan, eso sí que es malo); y hay solteros que, aunque no dejen de desear una persona a su lado en un futuro, se sienten felices de contar con el cariño de familiares y amigos y, más importante aún, satisfechos consigo mismos.
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Ya que el 14 de febrero existe (y el mundo del mercadeo se va a encargar de recordártelo cada año sin excepción), vamos a asumirlo culturalmente como lo que es: ¡una fecha para celebrar el amor!
Y no sólo eso, sino también de ver lo que tenemos en lugar de lo que nos falta. Y no se trata de un premio de consolación, sino de verdad reconocer y valorar el amor que otros nos dan (incluido Dios, por supuesto), tener una fecha para nosotros hacer algo también por alguien más y, por qué no, consentirnos un poco para mimar ese amor por nosotras mismas.
Por ejemplo, puedes comprarte una ramo de tus flores favoritas para adornar tu casa o habitación, pedir para llevar tu comida predilecta, prepararte un baño casero con velas aromáticas y música relajante y/o auto-regalarte algo que desde hace tiempo querías (que puede ser desde un libro hasta un tratamiento de spa para la próxima semana).
Pero como además este San Valentín coincide con el inicio de la Cuaresma, aprovecha también para hacer sentir a otra persona amada. Puede ser desde reunirte con una amiga que recientemente terminó una relación hasta pasar un rato y llevarle una caja de galletas a un abuelito de un ancianato o a una persona enferma.
Como dijo el filósofo alemán Gottfried Leibniz: “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad”. ¡Feliz día del amor!