Una especie en peligro de extinción que invita a la reflexión
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Desde hace 10 años tiene un nuevo hogar, el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny ubicado en la localidad boliviana de Cochabamba. Su nombre es “Romeo”, una rana boliviana que se ha hecho famosa por haber generado una movida internacional de recaudación de fondos para que científicos puedan dar con el paradero de “Julieta” y así preservar la especie.
“Durante 10 años esta rana ha estado en el museo y no se le ha conseguido una pareja. Se han realizado algunas expediciones y búsquedas de esta especie en diferentes lugares, sin resultados positivos”, expresa Ricardo Céspedes, director del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, en Cochabamba, reproduce Los Tiempos.
Para Romero encontrar a su “Julieta” se ha transformado en una verdadera carrera contrarreloj desde el instante en que los investigadores comenzaron a sospechar que podría tratarse del último ejemplar de la rana de Sehuencas (Telmatobius yuracare).
El correr del tiempo ha ido confirmando esa teoría y “Romeo”, cuya esperanza de vida no superaría los 15 años –indican los científicos-, podría terminar sus días como soltero.
Que esto suceda sería una verdadera pena, pues “Romeo” se presenta como un auténtico romántico, entre otras cosas porque en comparación con otras ranas de su género se considera que tiene “un apareamiento musical”. De momento, estos particulares llamados lo único que han encontrado ha sido silencio del otro lado, dan cuenta varios medios y agencias como AFP.
A través de Iniciativa Anfibios de Bolivia es que se lanzó una campaña en internet para dar con “Julieta” y qué mejor que ello que en el marco del Día de San Valentín.
https://www.facebook.com/MUSEOdOrbigny/posts/10155724598383005
Pero la fama de “Romeo” no puede eclipsar la reflexión. Precisamente, se trata de una especie catalogada en “peligro de extinción” (desaparecida en países como Ecuador o Perú) entre otras cosas gracias a los efectos del cambio climático, además de predadores como la trucha y hasta hongos que favorecen su desaparición.
Es por ello que más allá de este caso puntual también hay un llamado a mayor compromiso a la hora de cuidar la “casa común” (Laudato Sí).
“Nosotros estamos trabajando en la conservación de las ranas, esperamos que los cochabambinos y los bolivianos se involucren en proyecto de preservación de la naturaleza”, consideró Céspedes.
Mientras tanto ahí está “Romeo”, la ya famosa rana conquistadora -de ojos grandes color ‘verde-oscuros’ y piel lisa- que no pierde la esperanza, gracias a la colaboración de los hombres, custodios de la Creación, de encontrar a su “Julieta”.
Con información de Los Tiempos de Cochabamba y agencias