El domingo 18 de febrero, un terrorista atacó una iglesia ortodoxa al grito de Allahu Akbar, matando a cinco personas e hiriendo a otras cuatro, antes de ser abatido.
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¿En qué contexto se produce este atentado?
Daguestán, en la frontera de Chechenia, Georgia y Azerbaiyán, es una de las regiones más pobres de Rusia. El 90% de la población es musulmana suní y sigue marcada por la guerra en Chechenia, que tuvo lugar en su frontera. El ataque del domingo 18 contra los feligreses a la salida de una iglesia tuvo lugar el día del “Gran Domingo”, fiesta religiosa de los ortodoxos que precede a la Cuaresma. Además, este ataque tuvo lugar en la simbólica ciudad de Kizliar, conocida por ser leal al régimen. Xavier Moreau, empresario y analista político-estratégico instalado en Moscú, recuerda que, durante la guerra en Chechenia, el Kremlin entregó armas a sus habitantes para que pudieran defenderse de los islamistas chechenos. Al apuntar a esta ciudad pro-rusa, se apunta a Rusia.
¿Quiénes son los artífices, era un hombre aislado?
En esta fase de la investigación es imposible ofrecer certezas. No obstante, cabe señalar que la Organización Estado islámico reivindicó la responsabilidad del ataque. Además, el grupo islamista que históricamente se ha impuesto en la región a través del terror, el pseudo-Emirato del Cáucaso, no parece estar en el origen de este atentado. Su “emir”, Doku Umarov, murió antes de los Juegos Olímpicos de Sochi, y su emirato no ha sobrevivido. No se ha establecido la participación efectiva del autodenominado Estado islámico, más allá de como “fuente de inspiración”. El asesino del domingo tenía medios limitados (fusil de caza y cuchillo) e iba acompañado por su esposa, que fue arrestada y de la que se sabrá más después de su interrogatorio.
¿Este ataque amenaza la estabilidad de esa región?
“No debemos imaginar esta región como un frente unido de musulmanes opuesto a los cristianos ortodoxos”, interviene Xavier Moreau. Los musulmanes son clara mayoría, pero no hay oposición frontal contra los cristianos ortodoxos. Daguestán es una región que reúne al menos 40 nacionalidades, recuerda Moreau, no hay una línea divisoria clara. Su opinión es compartida por el arzobispo Barlaam de la Diócesis de Majachkalá, capital de Daguestán, quien declaró: “Estoy convencido de que quien esté detrás de este crimen monstruoso no logrará destruir la paz y la concordia en nuestra república multinacional y multiconfesional. A pesar de todo, nosotros y nuestros hermanos que profesan el islam, fuimos, somos y seremos buenos vecinos e hijos de un solo Padre”.
¿La comunidad ortodoxa es un objetivo?
Obviamente, el hecho de apuntar a los cristianos, frente a una iglesia, en un día de fiesta, puede provocar tensiones religiosas, pero la división en Daguestán es más política que religiosa. La región está plagada de corrupción y crimen organizado.
¿Cómo explicar este atentado?
Aunque por el momento no puede excluirse la tesis del “lobo solitario”, podría tratarse de una réplica a las grandes operaciones antiterroristas llevadas a cabo en toda Rusia. Hace dos semanas tuvo lugar una operación de gran envergadura, y Xavier Moreau, desde Moscú, señala que las fuerzas de seguridad están en estado alerta, claramente por temor a réplicas. También podría tratarse de una reacción a la campaña anticorrupción iniciada en el lugar, previa a las elecciones presidenciales del 18 de marzo. Además, el pasado mes de octubre, Vladimir Putin sustituyó a Ramazan Abdulayapov al frente de Daguestán por un ruso, Vladimir Vasiliev.